Pablo Iglesias: «Podemos es la fuerza del cambio, mucho más importante que la ideología»

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

GOGO LOBATO | AFP

Denuncia un pacto entre PSOE y PP para repartirse el poder en Andalucía y España e impedir el acceso de su partido al poder

21 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Podemos quiso hacer anoche una demostración de fuerza en el velódromo de Dos Hermanas (Sevilla), un escenario emblemático de los socialistas. «Dijeron que no íbamos a ser capaces de llenar este acto, y este es el más grande de toda la campaña», aseguró Pablo Iglesias. En su intervención, denunció que hay un pacto entre el PSOE y el PP para que «gane el partido de la flor en la mano en Andalucía y el partido de las gaviotas en España y que no gane el cambio». El secretario general de la fuerza emergente aseguró que el resultado de las elecciones no está decidido y que su formación sale a ganar, porque «aquí huele a cambio». Reclamó el voto de la valentía y los derechos de «esa gran mayoría que está con los de abajo».

«La gente que tenía ilusión en el 82 ahora apuesta por el cambio», afirmó. Iglesias apeló varias veces a los «abuelos y abuelas», a los que pidió que voten a Podemos «con sus nietos y con sus hijos». «Nosotros no somos extraordinarios, nos equivocaremos, haremos cosas mal, pero no seremos mayordomos de los ricos, seremos carteros de los ciudadanos», señaló. Aunque se declaró de izquierdas, Iglesias dijo que «hay algo mucho más importante que la ideología política de cada uno, una voluntad de cambio», y añadió que en Podemos «caben todos» los que quieran defender los derechos de la gente y echar a «estos inútiles que nos han llevado al desastre».

«¡El cambio empieza en Andalucía!», aseguró para cerrar su intervención, que fue interrumpida en varias ocasiones con gritos de «¡sí se puede, sí se puede!» y algunos de «¡el pueblo unido jamás será vencido!» y se cerró con el himno de la comunidad.

Antes, Teresa Rodríguez aseguró que «ya hemos ganado», porque el «cambio es irreversible», y en ese sentido echó en cara a Juanma Moreno Bonilla que pida suprimir los aforamientos en Andalucía cuando el PP lo puede hacer en el Congreso y a Susana Díaz que proponga ahora luchar contra la corrupción, después de que 227 imputados se han llevado 1.000 millones de los parados para ellos y sus amigos, dijo. Reclamó también el «voto de la valentía» y se mostró convencida de que «la ilusión vence al miedo». Añadió que cuando le preguntan por Venezuela responde que es una calle del barrio de La Viña, en Cádiz, donde hay una vecina que no puede pagar la luz.

Errejón arremetió contra las «tramas mafiosas» que se han lucrado a costa de los ciudadanos, señaló que «se ha acabado el tiempo en que las instituciones eran un botín» y advirtió de que el voto «no está atado», sino que pertenece a la gente.

Reválida en las urnas

Iglesias se volcó ayer en apoyo de Rodríguez, representante del ala crítica del partido y procedente de Izquierda Anticapitalista. Por la mañana, siguiendo la tradición de los partidos de la casta, se dio un paseo por las calles de Cádiz, donde visitó el mercado de abastos, pero también se sentó en un café con una familia que ha sufrido varios desahucios y se reunió con representantes de varios colectivos sociales.

El partido que solo tiene algo más de un año de vida medirá maña por segunda vez su fuerza en las urnas, después de su sorprendente irrupción en las europeas del año pasado con cinco eurodiputados y 1,2 millones de votos. Iglesias sabe que Andalucía es un test importante para Podemos, pero no decisivo. El tercer puesto que le adjudican las encuestas sería un buen resultado en unas elecciones que han llegado demasiado pronto para su partido, que apenas tenía estructuras implantadas en la comunidad cuando Díaz las adelantó.