CiU y ERC exhiben en público sus recelos mutuos sobre su compromiso soberanista

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Toni Albir | EFE

Artur Mas limita el alcance del pacto con Oriol Junqueras a que «la sociedad catalana se pronuncia en las urnas»

19 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las aguas bajan revueltas en el soberanismo. No solo porque las encuestas reflejen un enfriamiento del pulso independentista, sino también porque las relaciones entre CiU y Esquerra no acaban de ser del todo sanas. Cinco días después de que convergentes y republicanos sellaran un principio de acuerdo sobre qué pasos deben dar para alcanzar la independencia si ganan por mayoría absoluta el 27-S, las dos fuerzas hegemónicas del soberanismo exhibieron ayer sus recelos mutuos en público.

«¿Verdad que el proceso sigue adelante?», preguntó a Artur Mas con mucha retranca la número dos de Esquerra, Marta Rovira, en el Parlamento catalán. ERC lleva semanas incomodando al Gobierno catalán con sus insistentes ofrecimientos para entrar en el Ejecutivo. Mas les ha cerrado la puerta, pero ha accedido a incorporar a tres asesores externos propuestos por Esquerra para que fiscalicen la creación de las estructuras de Estado.

En la formación republicana tienen la sensación de que la Generalitat no está haciendo todo lo que el pacto suscrito entre ambos indica y cuestionan el compromiso separatista de CiU, ya que la hoja de ruta acordada no menciona el término independencia y, por ejemplo, Josep Rull, tras el último cónclave convergente, afirmó que el partido es nacionalista, pero no independentista.

Las llamadas de Unió a aplazar los comicios del 27-S y las arremetidas de Josep Antoni Duran Lleida contra Esquerra han acabado de encender los ánimos de los republicanos, que siempre han tenido una mosca detrás de la oreja respecto a las intenciones de CiU y de Mas. «El proceso sigue adelante, digámoslo claro», insistió Rovira al presidente de la Generalitat en la sesión de control del Parlamento.

El jefe del Ejecutivo autonómico se defendió atacando y cargando las tintas en las discrepancias que hay entre ambas formaciones. «¿Verdad que ustedes no tienen ninguna duda?», replicó. El dirigente convergente afirmó, sin mencionar la palabra independencia, que su Gobierno «no ha dudado nunca de que esta es la hoja de ruta que le conviene a Cataluña». «Pueden estar tranquilos, el Govern no ha dudado nunca del proceso. Hay que dar un paso adelante», señaló Mas. Y añadió que «si se han adelantado las elecciones es porque tenemos claro que el objetivo es que la sociedad catalana se pronuncie en las urnas», dijo.