Zapatero molesta al Gobierno... y hasta a la ONU

T. Novoa REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

El PSOE se desmarca y dice que la postura del partido es la de Naciones Unidas

13 mar 2015 . Actualizado a las 09:08 h.

Zapatero se está empleando a fondo en hacer bueno aquel viejo dicho de Felipe González de que los expresidentes acaban siendo un problema para su partido. Después de una primera etapa tras abandonar el poder en la que mantuvo un perfil bajo, el exdirigente socialista está encadenando acciones que lo están enemistando con amigos y enemigos, con el Gobierno del PP y el actual líder de su partido. La última ha sido su decisión de acudir a un foro organizado por una oenegé suiza en Dajla, la antigua Villa Cisneros, ciudad del Sáhara Occidental.

Para evitar críticas como las que le hizo el Gobierno cuando, el pasado día 25, se reunió sorpresivamente con el líder cubano, Raúl Castro, Zapatero ha comunicado su intención en una carta al ministro García-Margallo. El problema en este caso es que la presencia en un foro de debate organizado en territorio ocupado contraviene las indicaciones de la ONU. Así lo destacó ayer la Unión Africana, que lo calificó de «ilegal conforme al derecho internacional» y está «en contradicción con los esfuerzos de la comunidad internacional para resolver el conflicto del Sáhara Occidental». De hecho, durante su mandato, Zapatero se desmarcó de la política tradicional mantenida por los Gobierno socialistas anteriores para aceptar la propuesta de autonomía del Sáhara planteada por Marruecos.

El viaje de Zapatero molestó tanto al Gobierno como al PSOE. Ambos señalaron que se trata de una decisión personal del expresidente y que tanto uno como otro mantienen su posición tradicional. «Hay un posición común que es la que mantiene Naciones Unidas con respecto al Sáhara Occidental y esa es la posición del PSOE», dijeron en el partido.

Pero las críticas no se detuvieron ahí. El Frente Polisario mostró su «enérgica» condena y la Coordinadora de Asociaciones Solidarias con el Sáhara convocó una concentración ante la sede central socialista en Madrid.