La lideresa se desmarca del estilo de Gallardón y asegura que no pisará el Palacio de Cibeles, a donde el ex ministro de Justicia trasladó la sede del Consistorio
09 mar 2015 . Actualizado a las 17:11 h.La candidata del PP a la Alcaldía de Madrid, Esperanza Aguirre, ha asegurado que si es elegida alcaldesa tiene en mente encabezar un Ayuntamiento «pequeñito, modesto, al servicio de los ciudadanos», no un Ayuntamiento «megalómano», y como primera medida ha anunciado que no pisará el Palacio de Cibeles.
En declaraciones en Telecinco, Aguirre se ha referido a la sede del Consistorio, que Alberto Ruiz-Gallardón trasladó desde la Plaza de la Villa al Palacio de Cibeles, ubicación que, según la candidata, genera un enorme gasto de mantenimiento, dinero que podría dedicarse a prestar servicios.
Y además un edificio de esa envergadura no se corresponde con su idea de lo que debe ser un ayuntamiento, una institución que debe ser «modesta y humilde», con un alcalde que se dedique a «escuchar» a los vecinos, y desde luego con un organigrama «más sencillo que el que hay ahora», ya que «se puede adelgazar».
Lo que suceda con el Palacio de Cibeles, ha añadido, lo decidirán los propios ciudadanos, tal vez incluso a través de una consulta.
Aguirre ha detallado algunas de las propuestas que tiene en mente para su programa, y ha prometido que bajará «absolutamente todos» los impuestos que hayan subido en los últimos años, y especialmente el IBI.
«No tengo ningún sueño para Madrid, tengo una realidad», ha dicho, una ciudad con un gran potencial cultural y emprendedor que quiere «que sea cada vez más accesible a todos y que esté mejor cuidada».
Y para lograr su objetivo se ha mostrado dispuesta a pactar «con todos», con quien quiera plantear mejoras, incluidos partidos en las antípodas ideológicas como Podemos; «y ya no les digo con los que están más próximos al espectro del PP, como Ciudadanos, UPyD o Vox. Si me parece que hacen una propuesta susceptible de ayudar a los ciudadanos, por supuesto que pactaré», ha afirmado.