Rajoy: apoyo alemán, críticas españolas

T. Novoa REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Marcelo del Pozo | Reuters

El PP tilda de desleal al PSOE y acusa a Podemos de no defender a España ante los ataques de Tsipras, que en Berlín califican de «juego sucio»

03 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El rifirrafe entre Alexis Tsipras y Mariano Rajoy es una prueba evidente de hasta qué punto lo que pase en la Unión Europea forma parte ya de la política interna de cada país miembro. El posicionamiento respecto de las líneas de austeridad impuestas en la UE por Alemania va a ser uno de los ejes de debate de una larga campaña electoral que va a durar todo un año y que, de hecho, ya ha comenzado, como prueba la polémica generada por la acusación del primer ministro griego.

Rajoy ha apostado todo su capital político a un programa de reformas y recortes que, en su visión, era el único posible para la recuperación económica. En estos tres años no se ha cansado de repetir que no había alternativa y que los sacrificios eran inevitables para salir del pozo. La posibilidad de que se relajara el nivel de exigencias al nuevo Gobierno griego de Syriza pondría en evidencia al Ejecutivo de Rajoy y, de paso, sería aprovechado electoralmente por Podemos, que encabeza en España el bloque más radicalmente contrario a las políticas de austeridad.

De ahí que Rajoy, junto al primer ministro de otro país que ha sufrido especialmente los efectos más perversos del rescate, el portugués Passos Coelho, fueran especialmente exigentes ante las pretensiones de Tsipras. Ambos formaron bloque con Angela Merkel, y los alemanes les devuelven ahora el apoyo. «Lo que ha ocurrido este fin de semana en Atenas, con comentarios respecto a España y Portugal, fue un juego sucio muy poco usual para los parámetros europeos. Esto en el Eurogrupo no se hace», declaró ayer el portavoz del Ministerio de Finanzas germano, Martin Jäger. Fue el más contundente respaldo público que Rajoy consiguió de una autoridad europea, toda vez que en Bruselas prefirieron no hurgar en la herida y optaron por no hacer comentario sobre lo que consideran cuestiones internas de los países miembros. Por eso, el ministro de Finanzas alemán fue un paso más allá y reitero, «una vez más», según dijo, el «gran reconocimiento» de Alemania hacia lo logrado por España y Portugal con sus reformas.

Asegurado el frente exterior con el respaldo de Alemania, el PP pasó al ataque interno contra el PSOE. Los socialistas, que fueron los primeros en aplicar en España las políticas de austeridad con los recortes impuestos por Rodríguez Zapatero, han intentado mantener un punto de equidistancia entre las críticas de Tsipras y la réplica de Rajoy. «Ante una situación como esta, necesitamos políticos a la altura de las circunstancias, que estén empeñados en resolver los problemas de la ciudadanía y no en alimentar la confrontación entre los Gobiernos y los pueblos», fue la respuesta que la secretaria de Empleo socialista, Luz Rodríguez, dio ayer a la pregunta sobre el enfrentamiento entre Rajoy y Tsipras.

Chivos expiatorios

Los populares ven en estas palabras «una prueba más de la deslealtad» de los socialistas, denunció el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano. El número tres popular no tuvo empacho en vincular incluso a Tsipras con Susana Díaz, sin nombrarla, en la búsqueda de chivos expiatorios. «Hay muchos ejemplos en el mundo de países que buscan enemigos externos, incluso de presidentes de comunidad autónoma que busca enemigos externos para no cumplir lo que previamente sabían que no podía ser cumplido», dijo Floriano.

El PSOE lucha desesperadamente por preservar su espacio electoral, para lo cual tiene que resistir las acometidas tanto del PP como de Podemos. Los populares no solo culpan a los socialistas de la herencia recibida, sino que los critican por no implicarse en la defensa del Gobierno ante un ataque externo por defender las reglas del juego comunitarias, de las que el PSOE es corresponsable. Y cuando, en lo poco que puede, el partido de Pedro Sánchez intenta desmarcarse, se encuentra con la presión de Podemos e Izquierda Unida.

Estas dos formaciones no tienen reparo alguno en posicionarse tras Tsipras para cargar contra Rajoy. A fin de cuentas, coinciden en su abierto rechazo a las políticas de austeridad, de las que intentan culpar al presidente del Gobierno. Tania González acusó ayer a Rajoy de «trabajar para Alemania» y de defender los «intereses electorales» de su partido frente a los de sus ciudadanos. La réplica se la dio el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, quien criticó que Podemos «se ponga a defender los intereses de Grecia en vez de los intereses de los españoles». También el candidato de IU, Alberto Garzón, acusó a Rajoy de haberse puesto «del lado de los intereses de los bancos alemanes y franceses».