El cuñado de Pujol asegura que no le consta que la «fortuna» del expresident sea por una herencia

EFE

ESPAÑA

El abogado Francesc Cabana, cuñado de Jordi Pujol y uno de los fundadores de Banca Catalana.
El abogado Francesc Cabana, cuñado de Jordi Pujol y uno de los fundadores de Banca Catalana. TONI GARRIGA | EFE

El abogado asegura que no sabe «de dónde sale» ese dinero, y ha explicado que el testamento que dejó su suegro no hablaba de cuentas corrientes en el extranjero

16 feb 2015 . Actualizado a las 21:38 h.

El abogado Francesc Cabana, cuñado de Jordi Pujol y uno de los fundadores de Banca Catalana, ha asegurado que «no le consta» que el origen de la fortuna del expresidente provenga de una herencia, y ha defendido que no hubo «ni una sola operación corrupta o de aprovechamiento personal» en Banca Catalana.
Cabana ha sido, junto a los veteranos periodistas Ernesto Ekaizer y Ramon Pedrós, uno de los comparecientes esta tarde en una larga sesión en la comisión de investigación del Parlament sobre fraude y evasión fiscal que analiza el caso de Jordi Pujol.
El marido de Maria Pujol Soley, hermana del expresidente catalán, ha «jurado» que no sabía de la existencia de la fortuna de cuatro millones de euros en bancos andorranos, e incluso ha descartado que el presidente catalán, Artur Mas, tuviera conocimiento de ésta. «Ni nos lo olíamos», ha relatado en relación a su esposa y él. «El conocimiento de esa fortuna estaba cerrada en la familia Pujol Ferrusola, nueve personas. No creo que nadie más lo supiera. Y si nosotros no sabíamos nada, nadie más sabía más, empezando por Artur Mas o el portero de su casa. Claramente (Mas), no lo sabía».
El cuñado de Jordi Pujol ha apuntado que desconoce el origen de esa fortuna y que hasta la confesión «habría puesto las manos en el fuego por él, porque (Jordi Pujol) era un hombre que no se preocupaba por el dinero. No sé de dónde sale, pero no nos consta que venga de una herencia ni un legado».
En todo caso, Cabana ha calificado a Pujol de un hombre de «vida austera» y que «solo pensaba en el país», por lo que la primera reacción que tuvo tras su confesión fue «de incredulidad, después de indignación, y finalmente compasión», aunque ha asegurado que «no diría que es un delincuente». «¿Pero cómo es posible que al final de una vida tan extraordinaria haya acabado así?», se ha preguntado.
Más crítico se ha mostrado con el ritmo de vida de algunos de los hijos de Jordi Pujol, con los que tenía poca relación, aunque sabía que «se ganaban bien la vida»: «No hay derecho que una persona que tenga un Ferrari, y mi sobrino parece que tiene uno (en alusión a Jordi Pujol Ferrusola), vaya por el mundo en estos momentos de crisis con un Ferrari. Es reirse de los que pasan hambre».
Por otro lado, ha defendido que en Banca Catalana «no hubo nunca ni una sola operación corrupta ni de provecho personal» y ha negado que hubiera una «caja B».
En todo caso, Cabana ha negado que la fortuna de Pujol pudiera provenir de la venta de acciones de Banca Catalana, aunque ha reconocido que hasta 1982 él «controlaba lo que pasaba», pero «después ya no».
Por otro lado, el periodista Ernesto Ekaizer ha afirmado que en Cataluña hay «un capitalismo de amiguetes» que se han beneficiado mutuamente durante muchos años, y que incluía el pago habitual de comisiones por adjudicación de obra pública.
En su comparecencia en calidad de periodista de investigación, ha indicado que este «capitalismo de amiguetes» hacía que en Cataluña se aceptaran como normales ciertas conductas inadmisibles, y ha recordado cómo el juez Luis Pascual Estevill fue condenado por corrupción después de mantener una estrecha relación con CiU que le propuso en 1994 como miembro del Consejo General del Poder Judicial.
Ha considerado «más que evidente» que en muchos contratos de adjudicación de obra pública suscritos en la época Pujol se pagaban comisiones del 3 por ciento, y ha mencionado el caso de un empresario, que no ha querido identificar.
«Este empresario -ha afirmado- me dijo que si no pagabas estabas muerto económicamente en Cataluña», por lo que ha animado a explorar esta vía, puesto que «no sólo hay que investigar a los corruptos, sino también a los corruptores».
En su opinión, el pago de comisiones no sólo se producía en Cataluña, pero en esta comunidad «había una armonía con el Estado y se la respetaba», precisamente porque existía este tipo de relación.
Según Ekaizer, cuando irrumpe con fuerza el proceso soberanista catalán dicha armonía se rompe y se inicia «una 'guerra sucia', se abren las cloacas del Estado» para tratar de debilitar (el proceso) con la revelación de casos de corrupción.
«Se dice -ha añadido- que, cuando en las elecciones catalanas de noviembre de 2012 se da a conocer la presunta corrupción de la familia Pujol y una cuenta en un paraíso fiscal que había tenido el padre del presidente de la Generalitat, Artur Mas, esto venía de un informe de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (Udef)».
«Sin embargo, esto no era cierto», ha puntualizado, sino que procedía «del departamento de investigación criminal» del Ministerio del Interior.
Ekaizer ha pedido al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, «que no sea farsante y diga que está investigando al presidente Mas, porque ya está acreditado que es su ministerio el que pide a la Interpol que investigue en Liechtenstein, y unos días después dicha investigación fue cerrada sin ningún resultado».