Alberto Garzón: «Podemos es un reflejo de la ira, no nuestro enemigo ni la apuesta de IU»

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Se la juega en las elecciones andaluzas primero. De manera más directa en las generales, después, como candidato de Izquierda Unida a la presidencia del Gobierno. Pero, ahora mismo, Alberto Garzón (Logroño, 1985) libra un pulso en IU entre quienes, como él, defienden la confluencia de la izquierda, Podemos incluido, y los que quieren preservar el perfil de la coalición. Él no descarta tratar de sustituir a Cayo Lara en el 2016, avanza.

-¿No vive con la sensación de haber sido llamado a dar el concierto de su vida cuando se han ido la mitad de los músicos y el público pide otra sintonía?

-No. No está tan claro que se vaya a acabar el concierto o que lo que suena no sean los teloneros. Lo que requiere la situación es que los principios y valores de la izquierda sean preservados, e IU es el instrumento más útil.

-Pero «izquierda» y «unida» son ya conceptos difíciles de casar.

-La izquierda siempre ha hecho honor a lo que parece la parodia de La vida de Brian, diferencias traducidas en divisiones y escisiones. Pero es enriquecedor que haya diferentes posturas políticas sobre qué hacer, aunque hay que trabajar por no fragmentar la izquierda en un escenario histórico nuevo. Voy a trabajar por una nueva IU y para ser parte de la transformación social del país. Las dudas son pasajeras.

-¿Las de Tania Sánchez qué ponen en evidencia, que IU sabe como criticar la corrupción de los demás pero no atajar la propia, o que la vieja guardia atesora las llaves de la coalición?

-El relato de vieja guardia contra jóvenes dirigentes esconde algo perverso que no es cierto. De nuestra forma de leer el país coinciden históricos como Felipe Alcaraz o Anguita. Lo que hay es una situación muy singular en IU de Madrid que no se da en el resto del Estado y que refleja resistencia a un cambio necesario en IU. Algunos se resisten perversamente, como Ángel Pérez y Gregorio Gordo [dirigentes madrileños favorecidos por las tarjetas de Bankia], y otros se van, como Tania.

-¿No comprende su marcha?

-Si queremos transformar el país nos vamos a encontrar con obstáculos y no se puede dar marcha atrás ante un tropiezo.

-¿Le pidió que no se fuera?

-Le manifesté que me parecía una mala opción. Hay que luchar contra la derecha desde IU.

-¿Aunque IU esté al borde del precipicio, de desaparecer?

-Desde que entré en IU, en el 2003, solo tuve derrotas hasta el 2011. Las encuestas nos dan resultados que no me gustan, de un 4 y 5 %, pero como candidato a la presidencia me parece casi un halago empezar desde ahí y no en un cero. Hay ya una tendencia de recuperación ligerísima.

-¿Aunque Cayo Lara advierta que IU sufre una OPA hostil por Podemos?

-Podemos no es nuestro enemigo, lo son las políticas de derecha, que han recortado en lo social y en lo económico y han sido ejecutadas por PP y PSOE. No hay ninguna teoría de la conspiración que yo pueda suscribir. Podemos es un reflejo de la ira, de la frustración y la rabia, pero mis soluciones son de izquierda, Ellos no son nuestro enemigo, ni nuestra apuesta tampoco.

-¿Se arrepiente de haber sido tan comprensivo con Podemos?

-IU necesita preservar su autonomía, independencia e identidad de izquierda. Este país no se puede permitir prescindir de IU, aunque hay que llegar a acuerdos preelectorales o poselectorales con fuerzas para resolver los problemas de la gente. Esto no es una competición deportiva.

-Podemos quiere ir solo a generales y autonómicas.

-Tendrán que explicarlo. Nosotros seguimos nuestra hoja de ruta sin ningún temor.

-¿Por qué abonar un acuerdo con un partido que, según Cayo Lara, tiene los principios de Groucho Marx?

-Lo que quiero es que las palabras se conviertan en hechos y no sabemos cuál será su política de alianzas, no sabemos qué hará en una situación de dejar pasar al PP o apostar por el PSOE. Lo importante es lo que haga Izquierda Unida.

«No soy quién para pedir explicaciones a Monedero»

Mientras Cayo Lara se ha lanzado a tratar de frenar a Podemos por los flancos que deja abierto el partido de Pablo Iglesias, Alberto Garzón opta por la mesura, para que no se rompa la posibilidad de un pacto.

-¿Le pediría a Monedero más explicaciones que las que está dando sobre sus cobros?

-No soy quién para pedírselas ya que es de otra organización y no hay constancias de que sea nada ilegal, sino que queda en el ámbito de la moralidad.

-Tampoco las sicav de Willy Meller eran ilegales, pero dimitió.

-Willy Meller dio un ejemplo muy claro. Podemos tendrá sus protocolos respecto a la ética.

-¿Y de la reflexión de Pablo Iglesias llamándoles bisagra del PSOE y organización cómoda siendo minoría, opina?

-No estoy de acuerdo con esa descripción. Desde que me afilié lo hice para luchar contra el bipartidismo. No somos una muleta del PSOE.

-¿Está más orgulloso de la experiencia gallega? Son la tercera fuerza del parlamento con AGE, pero han muerto de éxito: dos diputados fugados al mixto, un diálogo menos engrasado con Anova, sus candidaturas municipales aún en el aire...

-Nadie dijo que iba a ser fácil. AGE es un éxito. Hace un año, Syriza estaba muy interesada en la experiencia gallega por la unión de diferentes organizaciones unidas en lo fundamental. Hay dificultades, han nacido nuevos actores políticos, pero la filosofía es la ganadora, más allá de las siglas, y ahí IU va a jugar un papel crucial.

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