Pedro Sánchez busca apoyo en Bruselas para afianzar su proyecto

Cristina Porteiro
cristina porteiro CORRESPONSAL / BRUSELAS

ESPAÑA

Teresa Sánchez | EFE

El secretario general del PSOE se estrenó en el Europarlamento afeando a Tsipras por no incluir a ninguna mujer en su gobierno

29 ene 2015 . Actualizado a las 12:31 h.

Con las urnas griegas aún humeantes por la victoria arrolladora de Syriza y una batalla interna en ciernes dentro del partido socialista español, su secretario general, Pedro Sánchez, acudió ayer a Bruselas para marcar territorio y distancias al abrigo de sus socios europeos. Territorio, con los que dentro de su partido cuestionan su candidatura para las elecciones generales del 2015 en favor de la presidenta andaluza, Susana Díaz. Y distancias con el Gobierno griego de Alexis Tsipras. El triunfo de Syriza podría ser un revulsivo para Podemos en España. Sánchez no quiere más estampidas de votos en vista de los malos resultados que auguran todos los sondeos para su partido. A pesar de ello, al madrileño no le faltó ayer optimismo: «Estoy convencido de que el 2015 será el año del renacimiento del socialismo español (?) Los ciudadanos esperan del socialismo democrático estar a la altura del desafío», proclamó al término de su intervención en el Parlamento Europeo ante la atenta mirada de decenas de eurodiputados de la familia socialdemócrata.  

Para la cita ante la Eurocámara, Sánchez reservó varios platos fuertes. Uno de los más esperados tardó en servirse y no fue lo suculento que se esperaba. Apenas una breve mención a las elecciones griegas para lanzar un dardo al nuevo primer ministro heleno: «Sobre la formación del nuevo Gobierno griego, ha habido algo que me ha llamado mucho la atención en negativo: la ausencia de mujeres», aseguró haciendo suya una de las banderas que enarboló su partido durante la campaña de las elecciones europeas de 2014: la paridad.

Pedro Sánchez aprovechó la ocasión para responder a las críticas de una parte del electorado, no solo español, también europeo, que reprocha a la socialdemocracia su complicidad con las políticas de austeridad patrocinadas por los conservadores durante los últimos cinco años de crisis. También en ello quiso echar tierra de por medio y desmarcarse de los populares presentando un plan «para la recuperación justa». Se trata de un paquete de medidas políticas encaminadas a revertir los efectos de los recortes presupuestarios, cuya carga ha recaído sobre los ciudadanos. Desechar la política económica draconiana que ha marcado Berlín desde el 2010 y tomar el camino que marca la socialdemocracia dará paso, según Sánchez, a la «recuperación económica justa en Europa, en favor de la clase media».

Para ello propuso acabar con los paraísos fiscales, dotar de más fondos al plan Juncker de inversión (310.000 millones de euros) y apostar por un «fondo de amortización de la deuda que emita eurobonos y mutualice la deuda pública», así como la creación de un presupuesto único para la eurozona, con un tesoro común: «menos egoísmo y más Unión Europea», reclamó. A diferencia de partidos como Podemos o Syriza, que proponen la quita de una parte de la deuda, el socialista se opone al impago de las facturas.

Así como Felipe González hizo posible la «España de los derechos» y Zapatero la de las «libertades», dijo, Sánchez anunció ayer que su proyecto, respaldado los colegas socialdemócratas europeos, será el de la «España de las oportunidades».