El documental «Ciutat morta» resucita el caso 4-F

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

La Guardia Urbana asegura que ningún informe apuntó a que la agresión fuese con una maceta

21 ene 2015 . Actualizado a las 15:25 h.

El polémico y ya viral documental Ciutat morta, de Xavier Artigas y Xapo Ortega, ha reabierto viejas heridas. La pieza, que denuncia un montaje judicial para encarcelar a tres jóvenes que hirieron a un guardia urbano en Cataluña, fue estrenada hace un año, pero Canal 33 volvió a emitirla el pasado sábado. El documental regresa a la noche del 4 de febrero del 2006, cuando la policía se acercó al distrito de Ciutat Vella, en Barcelona, para desalojar una fiesta en un local okupado, propiedad del ayuntamiento. Las imágenes dan por hecho que fue el golpe de una maceta, arrojada desde la azotea, lo que dejó en estado vegetativo a un agente, y narran cómo, posteriormente, siete jóvenes que estaban en la calle fueron detenidos, torturados y declarados culpables. En el hospital habrían coincidido con unos amigos -Patricia Heras y Alfredo- que se encontraban allí tras haber sufrido un accidente de bici. La policía, relata la pieza audiovisual, creyó que ambos estaban también involucrados en la agresión al agente, los detuvo y los encerró en prisión. Un año más tarde, Patricia Heras se quitó la vida.

La historia se convirtió en carne de redes sociales cuando trascendió que un juzgado de Barcelona había enviado a Televisió de Catalunya y a los autores de la pieza una notificación para advertir de que cinco minutos del reportaje no se podían exhibir porque, argumentó, podía suponer una violación del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen del denunciante, ex jefe de información de la Guardia Urbana. El documental se televisó censurado, mientras Internet clamaba por asistir al fragmento suprimido. Pronto apareció en Youtube. Cuenta ya con 600.000 reproduciones.

La parte más polémica de Ciutat morta recoge la versión exculpatoria de los tres jóvenes inculpados, siembra dudas sobre el testimonio de dos guardias urbanos, condenados por torturas en otro proceso posterior, y se centra especialmente en la figura de Heras. La Fiscalía, sin embargo, no da al documental un valor de prueba jurídica mientras no se presenten otros argumentos que permitan descartar la participación en los hechos de la joven o probar la implicación de un tercero.

Ningún informe apunta a que la agresión fuese con una maceta

A raíz de esta controversia, el gerente de la Guardia Urbana de Barcelona, Joan Delort, ha asegurado este miércoles que ningún informe policial realizado tras el caso, bautizado en el 2006 como 4-F, apuntaba a que el golpe que recibió el agente gravemente herido durante el desalojo fuese por el lanzamiento de una maceta. En declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas por Europa Press ha considerado que el entonces alcalde, Joan Clos, se precipitó al afirmar que fue una maceta: «En ese momento se dijeron, de manera precipitada, cosas que no tocaban». «No solo eso, sino que parece que ese comentario generó un gran lío a nivel interno por lo que dijo el alcalde pocas horas después», ha agregado.

Sobre la existencia de un posible testigo que puede desmontar la versión policial, Delort ha señalado que no entiende cómo el abogado Jaume Asens, que ha asegurado tener información sobre el testigo, no ha comparecido ante la Fiscalía para facilitarlo. «Si no es así, la que puede correr es la Fiscalía para citarle como testigo», ha subrayado Delort, que ha añadido que la Guardia Urbana está revisando toda la información sobre el caso a raíz del documental.