Contrarrestar a Podemos y preparar el salto a la política nacional

E. C. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

20 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Susana Díaz prepara el terreno para el adelanto electoral. Su justificación para no agotar la legislatura, que acaba en marzo del año próximo, son las tensiones con IU, su socio de Gobierno. En especial, el referendo que ha planteado esta formación para junio sobre la continuidad del pacto. A lo largo de las últimas semanas se ha ido cargando de razones para colgar sobre IU la responsabilidad de un adelanto, para evitar que este se ligue a sus intereses personales o a los de su partido, lo que le provocaría un fuerte desgaste.

Los que aconsejan a la presidenta el adelanto argumentan que es mejor enfrentarse a la formación emergente antes de que se consolide más. Ahora mismo la marca es fuerte, pero no tiene una estructura sólida en la comunidad. Cuanto más tiempo pase y una vez que irrumpa con fuerza en el Congreso nacional tras las generales será un rival todavía más peligroso. Según las encuestas, los socialistas serían la primera fuerza política en la comunidad, superando al PP, algo que podría cambiar en unos meses. Otro factor que juega a favor del adelanto es la debilidad de los populares con un líder, Juanma Moreno, que no ha cuajado lo suficiente.

Hay, sin embargo, quienes consideran que es mejor esperar con la esperanza de que Podemos se desinfle y se desgaste tras las municipales y autonómicas, una vez que tenga que mostrar sus cartas decidiendo con quién pacta y asuma en algunos lugares labores de gobierno.

Enfrentamiento con Iglesias

Las duras críticas que Pablo Iglesias lanzó el domingo en Sevilla contra Díaz, a la que acusó de vetar una entrevista que tenía concertada con Canal Sur, muestran que el objetivo de Podemos es morder en el electorado socialista en Andalucía, su gran granero de votos. La contundente respuesta de la presidenta ayer, acusándole de haber ido a la comunidad autónoma a «insultar, mentir y difamar», evidencia que no va a eludir el cuerpo a cuerpo.

Además, si Díaz quiere dar el salto a la política nacional debe convalidarse en unas elecciones, ya que heredó la presidencia andaluza de José Antonio Griñán. Sin ninguna duda, es ahora mismo el valor más en alza del PSOE, pero necesita demostrar su fuerza en las urnas. Eso no quiere decir necesariamente que lo intente en las primarias, sino que podría esperar a que se celebren las elecciones generales, ya con el refrendo de haber ganado, como señalan todas las encuestas, en su comunidad. Si Pedro Sánchez se da un batacazo, el partido reclamaría unánimemente a Díaz como la única salvadora. Si optara por agotar la legislatura y celebrar las autonómicas en marzo del 2016 ya podría ser demasiado tarde para dar el salto a Madrid.