La victoria del partido de Tsipras en las elecciones griegas podría ayudar a escribir el futuro de otros partidos antiausteridad, como el de Pablo Iglesias
19 ene 2015 . Actualizado a las 18:52 h.Una eventual llegada al poder del partido de izquierda radical Syriza supondría un punto de inflexión en Europa, donde otros movimientos antiliberales y antiausteridad esperan seguir su ejemplo, empezando por Podemos.
Syriza y Podemos tienen el mismo ADN: la oposición a una «Troika» (Banco Central Europeo, Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional) considerada responsable de los males de Europa y el rechazo a una corrupción que se ha convertido en protagonista absoluta de la actualidad de los dos países durante los últimos meses. «El fin de la impunidad para los corruptos y la recuperación de la soberanía son nuestros ejes fundamentales», insistió este lunes en rueda de prensa Carolina Bescansa, secretaria de análisis político y social de Podemos.
Por ello, en España se sigue muy de cerca la campaña para las legislativas del 25 de enero en Grecia, que pueden convertirse en un experimento en el que observar la dirección que en un futuro próximo puede tomar el tablero político español, que en mayo y noviembre podría cambiar por completo tras la celebración de los comicios locales y las elecciones generales.
En un momento en que Podemos también ha superado en intención de voto en varios sondeos a los dos grandes partidos tradicionales, populares y socialistas, una posible victoria de Syriza se ve «con una mezcla de ilusión y de prudencia», dice Jorge Lago, miembro de su Consejo de Ciudadanos, su órgano de dirección. «Ilusión por ver que hay alternativas a las políticas de austeridad que pueden tomar el poder en Europa [...] pero con preocupación por la respuesta que puedan tomar ante eso las entidades que no han sido elegidas democráticamente, muchas de ellas como el Banco Central Europeo (BCE) o el FMI, en definitiva la 'troika', que ya se están posicionando claramente en una política del miedo», acusa.
Un diagnóstico común
Por lo que pueda pasar en el futuro, desde Podemos ya han comenzado a establecer una distancia prudencial con sus colegas helenos. Jorge Lago subrayaba que Syriza y Podemos tienen «trayectorias distintas», mientras que Carolina Bescansa aseguraba que aunque su formación tiene «afinidad» con el partido griego, las diferencias entre ellos «son muy grandes». «Hay unos puntos de afinidad muy claros en relación a las políticas de la Troika, pero al mismo tiempo hay diferencias muy relevantes sobre lo que Grecia significa en el conjunto de la economía europea y mundial», sentenciaba.
Fundada a principios del año 2000, Syriza, que reúne a grupos social-demócratas, antisistema o exmarxistas y trotskistas, se asemeja más en España a Izquierda Unida, la gran perjudicada tras la irrupción de Podemos. Por su parte, Podemos, nacido hace apenas un año llamando a la «unidad ciudadana frente a la austeridad», evita etiquetarse como de izquierdas a pesar de sus políticas claramente marcadas.
Sin embargo, las semejanzas son mayores que las diferencias y ambos partidos «comparten de manera muy clara un mismo diagnóstico: que las políticas de austeridad tienen que acabar ya» en dos países que poseen unas tasas de desempleo récord. «El problema de la deuda se tiene que empezar a pensar desde otros ángulos», añade Lago, cuya formación propone una auditoría para una posible reestructuración de la deuda, que alcanzaba 96,8 % del Producto Interior Bruto (PIB) españolo a finales de septiembre.
En Grecia, la renegociación con los acreedores (UE y FMI) del programa de ayuda y una quita parcial de la deuda pública (175 % del PIB) centra el programa político de Syriza. Es la visión de una Europa «sin austeridad, una Europa donde la izquierda jugará un papel activo» lo que los acerca, dice Anna Filini, dirigente y candidata de Syriza.
La trayectoria de ambos partidos se esconde tras «un mismo fenómeno», cree Lluis Orriols, profesor de Ciencias Políticas en la universidad Carlos III de Madrid, que responde a no solo a la crisis económica, sino a una «crisis económica dentro de un contexto de moneda única» que «en los países deudores, como España o Grecia, ha limitado su capacidad de plantear políticas alternativas». «Hay percepción dentro de la sociedad de que estos partidos políticos pueden ser una solución, pero no solo a la crisis económica, sino que puede ser una solución a la crisis democrática», añade.
Una victoria de Syriza en Grecia sería «muy importante tanto para Podemos como para el resto de partidos anti-establishment» europeos, subraya José Ignacio Torreblanca, miembro del grupo de reflexión Consejo Europeo de Relaciones Internacionales (ECFR). «Significaría que existe una posibilidad real» de que gobiernen, «que no es un proyecto utópico», señala.