Rajoy busca recuperar a sus votantes descontentos con su estrategia electoral

e. c. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El fiel Floriano, el regreso de Aznar y la promoción de Casado buscan volver a movilizar a sus votantes aún a costa de rescatar a los dos iconos que más han criticado sus políticas, Aznar y Aguirre

13 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En el PP no se creen las encuestas. Y mucho menos la que el domingo le colocaba como tercera fuerza política y le otorgaba menos del 20 % de los votos. Pero no tiene dudas de que el escenario político es más volátil e imprevisible que nunca y Podemos se consolida. Rajoy ha vuelto a confiar a su fiel Carlos Floriano la dirección de la campaña de las municipales y autonómicas del 24 de mayo, como era previsible. El número dos del comité de campaña será Juan Carlos Vera, pero la gran novedad es Pablo Casado, quien actuará como portavoz. El joven diputado, que ha sido el encargado por la dirección para representar al partido en las tertulias televisivas, es un político que tiene muy buenas relaciones con Esperanza Aguirre y José María Aznar, del que fue hombre de su absoluta confianza. La lideresa se postuló como candidata a la alcaldía de Madrid y tiene grandes posibilidades de serlo, ya que según los sondeos internos del PP es la que puede lograr mejores resultados. Y el expresidente del Gobierno ha aceptado la invitación de Rajoy para participar en la convención que celebrarán los populares del 22 al 25 de enero, lo que pone fin al distanciamiento que ha habido entre ambos durante muchos meses y que se agudizó cuando Aznar expresó públicamente su enfado por el hecho de que Rajoy no le llamara para participar en algún acto en las elecciones europeas.

Rajoy es consciente del difícil momento que atraviesa el PP y está dispuesto a poner toda la carne en el asador para evitar el desastre en las municipales y autonómicos y repetir como presidente del Gobierno en las generales previstas para noviembre. Incluso rescatando a los dos iconos del partido que más abiertamente han criticado algunas de sus políticas, como Aznar y Aguirre. El mayor problema del PP es la desmovilización de su electorado, esos 2,8 millones de sus antiguos votantes que dicen ahora, según el CIS, que se abstendrán o votarán en blanco. El objetivo de Rajoy es recuperarlos y sabe que Aznar y Aguirre son los únicos capaces de atraer a los descontentos. El gurú Pedro Arriola está convencido de que el PP, que ahora está en torno al 28 %, superará la barrera del 30 % de los votos en las generales y podrá gobernar gracias a la dispersión de la izquierda.