Los lazos emocionales

ESPAÑA

26 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Aludió el rey a los lazos emocionales que nos unen a los catalanes y al resto de los españoles. Es importante ese reconocimiento, porque solo desde el sentimiento se pueden recomponer los hilos invisibles que sustentan una comunidad, un pueblo, un país. El interés une temporalmente, y las más de las veces acaba separando. Por eso, conviene alimentar sentimientos de confianza, solidaridad y confraternidad, desde el respeto a las diferencias y las singularidades. Los mismos lazos de apoyo y ayuda de los que nace la empatía con quien sufre. Lo contrario del páramo emocional de un Gobierno que se parapeta tras unas cuantas cifras macroeconómicas, interesadamente elegidas, para desentenderse de millones de españoles para los que la vida es un dolor diario, una angustiosa lucha por eludir o salir de la miseria. Y si algún sentido tiene la monarquía, es su valor como depositaria de sentimientos. Por eso, sorprende que el rey, en su alegato contra la corrupción, eludiera una alusión más evidente a su hermana. Cualquier sombra de duda que aliente la sospecha de la excepción se convierte en un virus mortal. Porque no hay sentimiento más dañino que el de la desconfianza. Por ahí se puede destejer la madeja emocional que con tanto esmero hiló el rey.