El primer libro sobre las hazañas del Pequeño Nicolás: «Ligo, luego existo; no ligo, pues insisto»

ESPAÑA

El periodista David Enguita, que durante años trabajó con Fran, publica una historia con algunos detalles hasta ahora desconocidos

11 dic 2014 . Actualizado a las 17:11 h.

La picaresca del Pequeño Nicolás sigue dando qué hablar. Aunque parezca mentira, al lazarillo del 2014 todavía le queda mucho jugo por exprimir. Medios de comunicación, redes sociales y la calle han sucumbido a los encantos de un joven que dice tener en su poder algunos de los más oscuros secretos de las altas esferas del Gobierno. Con este currículo, al Pequeño Nicolás solo le faltaba tener un libro. Dicho y hecho. El responsable de esta aventura, David Enguita, puede presumir de conocer en primera persona al personaje por excelencia de este año. Gracias a su estrecha colaboración en su programa de radio, el periodista ha conseguido esgrimir algunos de los secretos de Francisco en su libro «Manual para convertirse en pequeño Nicolás».

«Fran es una persona agradable y simpática. Tiene mucha labia y te convencía fácilmente de muchas cosas». Así describe la personalidad del Pequeño Nicolás David Enguita, quien asegura que el joven era un maravilloso invitado para su programa de radio debido a sus amplias dotes comunicativas y a su eterno afán por descubrir a la audiencia toda la información que él mismo poseía. «Fran saltaba y se ponía algo borde cuando se veía acorralado, cuando no tenía la información suficiente para rebatir algún ataque de otro tertuliano, si no manejaba la situación se enfadaba y se ponía a la defensiva», relata Enguita quien además desvela que la mayor ambición de Francisco Nicolás no era precisamente el dinero, si no el poder que ofrece la información. «No era tan avaricioso como lo pintan, cuando venía a la radio le invitábamos nosotros al café y llegaba hasta la emisora en metro, a él le interesaba más el poder en sí mismo».

Todas estas experiencias le han permitido a David Enguita realizar una descripción precisa y muy resumida de la personalidad que se encuentra detrás del caricaturesco personaje del Pequeño Nicolás. Impulsivo y sobre todo ambicioso son las dos palabras que mejor lo definen según el periodista. «Si realmente tuviera toda la información de la que presume yo creo que ya la habría contado en sus entrevistas televisivas; Fran es una persona muy impulsiva y le encanta presumir de todos sus contactos y conocimientos, así que a estas alturas ya habría soltado todo lo que dice conocer». Sin embargo, David Enguita sigue creyendo que tras toda la polémica que se ha generado en torno al Pequeño Nicolás, sí que existe una base cierta. Todos aquellos que han centrado sus esfuerzos en intentar desvincularse del joven de apariencia inocente no han dicho toda la verdad. El autor de esta peculiar biografía, asegura que tanto vicepresidencia, como García Legaz y el CNI sí que mantenían contacto con Francisco Nicolás, aunque probablemente no de la misma manera de la que él lo pinta: «Él hacía más grandes algunas cosas reales. No niego que haya tenido algo que ver con el CNI, pero tampoco creo que haya colaborado de forma seria. Al igual que tampoco creo que haya formado parte de las negociaciones con Eurovegas, ya que de aquella todavía colaboraba con nosotros y nunca nos dijo nada».

Y es que a presumir, no le ganaba nadie. En sus horas tras los micros radiofónicos, el Pequeño Nicolás pavoneaba con sus compañeros de mesa hasta de sus ligues. Fiestas, derroches y contactos centraban las peroratas en las que el joven dejaba entrever su creciente inmersión en los círculos poderosos españoles. Facebook también era una gran fuente de información en este aspecto. Tal y como muestra Enguita en la segunda parte del libro, en la que realiza un extenso diario del pequeño Nicolás a través de un relato realizado con sus publicaciones en redes sociales, Fran gustaba mucho de mostrar sus dotes. Nunca se sabía donde podía saltar la liebre. «Ligo, luego existo, no ligo, pues insisto», publicaba el mismísmo Pequeño Nicolás en el año 2010 en la red social de Zuckerberg.

Por mucha presunción de la que hiciera gala, lo cierto es que Fran sí que contaba con buenos contactos. David Enguita asegura que en una ocasión consiguió colocar a una amiga como periodista en el diario La Razón, una joven que, según él mismo, sigue trabajando en el medio que dirige Marhuenda. También es indiscutible la relación que le unía a Jaime García Legaz. De la que Enguita tiene alguna apreciación que hacer. «Con Jaime tenía una buena amistad, pero solo una amistad. No entiendo que cuando se ha publicado que mantenían algo más que eso, Fran no haya saltado rápidamente a desmentirlo sin dejar ningún lugar a la duda. Creo que en ese aspecto ha obrado mal y ha manchado la figura de García Legaz». Pero el autor tampoco entiende la reacción del secretario de estado y asegura que García Legaz no tiene nada de lo que avergonzarse. «Puedo comprender que se arrepienta de haber confiado en un joven como él, pero muchos lo hemos hecho. Yo también confiaba en Fran. La relación de ellos dos se basaba básicamente en que Jaime confiaba en que la labia y la relación del pequeño Nicolás con Faes podía ayudarle, y Fran veía en Jaime una oportunidad para ganar poder».

Sobre Isabel Mateos, popularmente conocida como «La Pechotes», David Enguita poco tiene que aportar. «No sé exactamente qué relación les unía; pero lo que sí puedo afirmar es que no se conocían de toda la vida. Por lo que yo sé su amistad se inició una noche en una conocida discoteca».

«Nunca lo he considerado del PP

Tras las últimas declaraciones del Pequeño Nicolás, David Enguita cree que el joven se encuentra en estos momentos muy desencantado con los populares. «Dice que no quiere dar nombres para no hacer daño al Estado y sin embargo con sus acciones está haciendo todo lo contrario», valora. Dice el antiguo compañero del Pequeño Nicolás, que tras sus entrevistas en Telecinco, Fran hizo mucho daño al Ejecutivo de Mariano Rajoy, con su afán por evadir algunas respuestas lo único que ha conseguido es sembrar más dudas.

Sin embargo, Enguita cree que la unión del Pequeño Nicolás a los populares tiene un trasfondo de interés. «Nunca lo he considerado del PP. Nunca ha tenido el discurso puro del Partido Popular. A él le movía la ambición y sabía que participando en algunos actos de los populares podía conseguir contactar con algunos hombres importantes».