Francisco Sosa Wagner: «Díez habla de regeneración y cesa a alguien elegido en primarias»

Francisco Sosa Wagner ha dimitido como eurodiputado tras ser destituido como portavoz de UPyD en el Parlamento Europeo. Abandona la política y volverá a ejercer como catedrático universitario. «Cuando una simple sugerencia, la alianza con Ciudadanos, que no es acorde con lo que piensa la dirección, desencadena episodios tan tremendos como los que he sufrido lo mejor es abandonar», explica.

-Considera que su destitución es ilegal.

-Mi cese como jefe de la delegación de UPyD, que debo aclarar no tiene ninguna retribución, es absolutamente ilegal. Ni Rosa Díez ni el consejo de dirección tienen competencia para hacerlo porque fui elegido cabeza de lista por los afiliados en primarias, lo que lleva aparejado ese puesto. Rosa Díez y la dirección se llenan la boca de que haya primarias para elegir a sus cargos y hablan de regeneración democrática y cesan a alguien elegido en primarias.

-También se ha quejado de que es arbitraria. ¿Por qué?

-Porque se me ha sustituido por una persona (Maite Pagazaurtundua) puesta a dedo en la lista, conocida en el mundo de la lucha contra el terrorismo, pero que carece de experiencia política en el Parlamento Europeo. Yo he estado cinco años, entré en el 2009 como un pardillo, era el único parlamentario de un partido pequeño, me tuve que recluir en el grupo de no inscritos y terminé en la conferencia de presidentes de grupos políticos con voz, de la que hice mucho uso, pero sin voto. Además, he escrito libros y artículos en los que me he pronunciado sobre asuntos europeos. Todo esto Rosa Díez y el consejo de dirección lo han tirado por tierra.

-Le acusan de apartarse de la línea del partido, por ejemplo respaldando a Arias Cañete.

-Yo no he votado nunca a favor de Cañete porque no formo parte de la comisión de industria, energía y medio ambiente. Es una gran mentira. Esa gente no sabe cómo funciona esto. Sí me negué a participar en reuniones del partido hasta que se cumplieran dos condiciones, que se me diera satisfacción por los insultos recibidos tras publicar al artículo en el que proponía una alianza electoral con Ciudadanos, y que no se me ignorara en la web del partido, de la que desaparecí por otra discrepancia anterior a que lo publicara.

-Le echan en cara que esa propuesta la lanzara en un periódico y no en los órganos internos.

-Ya lo había hecho muchas veces en el partido. Seguir hablando en los órganos internos de la alianza con Ciudadanos no conducía a ningún sitio. Pero era un problema latente no solo en el partido y sus militantes, sino en la sociedad. A mí en la calle la gente que me conocía se me acercaba y me decía que no nos votarían mientras no nos uniéramos con Ciudadanos.

-En ese texto denunciaba prácticas autoritarias en el partido.

-Claro que denunciaba practicas autoritarias. Como diputado europeo era una especie de paño de lágrimas de los afiliados y de la gente que me escribía denunciándolas. Pero no hacía falta que me lo contaran porque yo lo viví en mi propia carne con mi desaparición de la web, junto con mi compañero Fernando Maura.

-¿Las voces disidentes son apartadas en UPyD?

-Ha habido casos clamorosos, como el de Mikel Buesa, que curiosamente también es catedrático de universidad, y se marchó. Es lamentable. Yo he trabajado en la universidad con libertad, también en UPyD en la primera legislatura, pero cuando eso no ha sido posible me he ido.

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