Pablo Iglesias dice que él no es «imprescindible» en Podemos porque no es «un macho alfa»

ESPAÑA

Atlas

Los críticos insisten en pedir que no haya un solo liderazgo porque con una dirección colegiada «se cometen menos errores»

19 oct 2014 . Actualizado a las 17:05 h.

«No soy imprescindible. Soy un militante, no un macho alfa, y me pongo a las órdenes de la mayoría». El líder de Podemos, Pablo Iglesias, trató de mitigar con estas palabras las afirmaciones de quienes opinan que su propuesta de que el partido tenga un liderazgo individual con un único secretario general implica un exceso de protagonismo. Durante el encuentro presencial que la formación celebra en Madrid, el cabeza de lista en las elecciones europeas justificó su negativa a pactar un documento de consenso con sus críticos, encabezados por Pablo Echenique, tal y como reclamaron la mayoría de los ponentes de la asamblea, afirmando que uno de los principales valores de un movimiento como Podemos es precisamente la capacidad de decir que «no» cuando, como en este caso, lo más fácil sería decir que «sí». «Por esto tienen tanto miedo a Podemos. Porque somos capaces de decir que no», dijo desde la tribuna.

Consciente del impacto que habían tenido poco antes las palabras de Pablo Echenique, cabeza visible del equipo que plantea una dirección colegiada en lugar de un secretario general único, Iglesias se vio obligado a justificar sus planteamientos. Echenique aseguró que las ventajas de una dirección colegiada consisten en que con un órgano de dirección plural «se cometen menos errores», de la misma manera que en el juego del Trivial un equipo de 20 personas puede responder a más preguntas correctamente que uno de seis. «Es muy difícil hacerlo mejor que Pablo con un micrófono o en un programa de televisión», dijo Echenique. El eurodiputado de Podemos, que sufre una enfermedad que le obliga a ir en silla de ruedas, añadió sin embargo que es probable que una persona que se encuentra en su misma situación «abra los oídos y los ojos cuando hablo yo, aunque no esté haciendo un papel tan bueno y tan potente». Sus palabras provocaron una gran ovación de los asistentes.

Poco después, era Iglesias quien subía a la tribuna, con un equipo en el que también se incluía un ponente en silla de ruedas, para explicar sus propuestas. Haciendo alarde de su control sobre la militancia, reclamó que nadie aplaudiera su intervención. Respondió a las peticiones de muchos ponentes de que Echenique y él llegaran a un consenso defendiendo el valor de sostener una línea de actuación a pesar de que haya otras voces que no la compartan y aseguró que él se la «juega» actuando de esa manera». «Soy un militante, y ser militante significa defender posiciones sabiendo que muchos compañeros no están de acuerdo contigo», dijo. Aseguró que todas las propuestas presentadas son útiles y que él no es «imprescindible», por lo que lo importante es que sea la militancia la que decida. Pese a sus intentos, Iglesias, no evitó que sus palabras finales fueran acogidas con un aplauso por parte de un buen número de los asistentes.