José Ángel Fernández Villa: La caída en el fango de un referente de la lucha obrera

M. costoya REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

09 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

«No nos merecíamos esto». Las palabras pronunciadas ayer por el presidente de Asturias y secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA), Javier Fernández resumen el sentimiento que provocó en las filas socialistas y en las de la UGT la caída al fango de una de las figuras más destacadas de la lucha minera. Sobre todo por la forma de hacerlo, después de ocultar a Hacienda un patrimonio de 1,4 millones de euros cuyo origen se desconoce. Sin duda, el peor pecado para un líder sindical que luchó contra los abusos del capital y por los derechos de los obreros.

José Ángel Fernández Villa (Langreo, 1943) no fue un cualquiera en el potente sindicato minero Soma-UGT, que dirigió durante 35 años, hasta el 2013. De extracción social humilde, inició tempranamente su actividad laboral. A los 14 años trabajó como pinche y a los 16 consigue entrar a trabajar en el pozo Santa Eulalia. Con sus inicios profesionales en el mundo de la minería, comienza también su andadura en la política y la lucha sindical. En 1970 formaliza su ingreso en UGT y el PSOE, entonces ilegales. Con el paso del tiempo se convierte en un referente de la causa obrera, coordinando centenares de protestas, huelgas de hambre y encierros. En un clima represivo sumamente duro, vivió seis despidos colectivos, hasta que en 1976 la amnistía le permite reingresar en Hunosa, y constituir la primera representación democrática de los trabajadores, la conocida como comisión de los 16.

En los años ochenta, en plena crisis minera, llegó a afirmar que antes de cerrar un pozo tendrían que pasar por encima de su cadáver. Hunosa tenía por aquel entonces más de 20.000 trabajadores, una cifra que se redujo a menos de dos mil en el 2012, un año antes de que Fernández Villa dejase la secretaria general de Soma-UGT. Adujo problemas de salud para explicar su adiós.

Su vida política corrió paralela a la Federación Socialista Asturiana. Fue senador entre 1999 y el 2003, diputado regional y tuvo cargos orgánicos en la FSA. El histórico dirigente socialista era uno de los habituales de los encuentros de Rodiezmo, (León), una cita de referencia durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero en la que el PSOE y la UGT sacaban músculo al finalizar el verano, antes del inicio de un nuevo curso político. De aquella época conserva la medalla de oro al Mérito en el Trabajo, que recibió en el 2009 de las manos del por entonces ministro de Empleo, Celestino Corbacho. Eran otros tiempos.