El Consejo de Ministros tumbará el lunes los planes de Artur Mas

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Presentará ese día su recurso para que el Constitucional suspenda la consulta

27 sep 2014 . Actualizado a las 11:34 h.

El Gobierno no responderá de inmediato, este fin de semana, a la convocatoria de la consulta independentista de Artur Mas. Será el lunes cuando se celebre el Consejo de Ministros extraordinario para dar luz verde a los dos recursos que va a presentar ante el Tribunal Constitucional, uno contra la ley de consultas aprobada por el Parlamento catalán, y el otro contra el propio decreto con el que convocará la votación del 9-N. Así lo aseguró ayer en Pekín Mariano Rajoy, que quiso transmitir que se toma con total tranquilidad la consumación por parte del presidente de la Generalitat de su desafío al Estado.

Proverbios chinos

El presidente del Gobierno echó mano de dos proverbios chinos con Mas como destinatario: «es mejor volverse atrás que perderse en el camino» y «la puerta mejor cerrada es aquella que puede dejarse abierta». Explicó que Mas sabía perfectamente lo que iba a hacer el Gobierno, porque él mismo se lo ha transmitido, y señaló que lo que este no puede hacer es liquidar la soberanía de un país, romper España, aunque expresó su confianza en que no saque las urnas a la calle. «No me planteo que el presidente de la Generalitat viole la ley», afirmó.

El Gobierno había asegurado que tenía todo listo para reunir de urgencia el Consejo de Ministros el fin de semana pasado, tras la aprobación el viernes de la ley de consultas. Pero Mas jugó con el calendario y solo el jueves anunció que hoy firmaría el decreto. También decía estar preparado para este sábado, aunque fuera en ausencia de Rajoy, o el domingo. Pero finalmente el presidente ha preferido aplazarlo, para dejar ver que no es necesaria tanta urgencia porque la ley está de su parte.

El calendario de la maquinaria que pondrá en marcha el Ejecutivo queda así queda así: hoy se reunirá la comisión de subsecretarios de Estado presidida por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría; informe del Consejo de Estado; Consejo de Ministros el lunes para aprobar los recursos y registro de los mismos en el Tribunal Constitucional por parte de la Abogacía del Estado. Esto no podría hacerlo antes, ya que el registro está cerrado los fines de semana. El Constitucional deberá decidir cuándo convoca un pleno extraordinario para abordar el asunto, ya que no hay ninguno de carácter ordinario previsto para la próxima semana. Sin embargo, se espera que actúe con rapidez y admita los recursos, lo que paralizará de inmediato la convocatoria de consulta. La suspensión que dictará tendrá una vigencia de cinco meses y si en ese tiempo no ha dictado sentencia, deberá decidir si la mantiene o la levanta hasta que resuelva el asunto. Según afirmó Sáenz de Santamaría, esa suspensión significa que no se puede continuar con la organización de ningún aspecto de la consulta. «Supone que no se puede dictar ni hacer nada en ejecución de la misma», insistió la vicepresidenta. «Ya no se puede continuar con la convocatoria», agregó.

Tres días para hacer campaña

Con este panorama, Mas tendrá al menos dos días para lanzar la campaña del referendo, empapelar las calles de Cataluña con propaganda, emitir cuñas en radio y televisión y extenderla también por el extranjero. Además, habrá tapado lo máximo posible la comparecencia de Jordi Pujol en el Parlamento catalán para dar cuenta de la fortuna que ocultó al fisco durante 34 años.

Rajoy deberá pronunciarse el próximo martes en la sesión de control al Gobierno en el Senado sobre la consulta soberanista y sobre la posibilidad de llevar a cabo una reforma de la Constitución, como proponen los socialistas. El presidente responderá a la pregunta que le planteará la nueva portavoz del Grupo Socialista en el Senado, María Chivite, sobre sus «previsiones en relación con una eventual reforma de la Constitución». El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, sostuvo que Mas «sabe que no va a celebrar el referendo» y que por eso no cometerá «prevaricación ni desobediencia» una vez que el Tribunal Constitucional paralice el proceso.