Estupefacción entre vecinos y conocidos del pederasta de Ciudad Lineal

La Voz EUROPA PRESS | EFE

ESPAÑA

Pedro Puente Hoyos | EFE

Antonio Ortiz había huído a Santander en las últimas semanas y tenía varias viviendas en Madrid

25 sep 2014 . Actualizado a las 20:06 h.

La detención de Antonio Ortiz, de 42 años, ha dejado muy sorprendidos a los vecinos de Madrid, donde tenía varios pisos, y Santander, donde se alojaba en las últimas semanas.

El portero de una finca del barrio madrileño de Hortaleza ha identificado al presunto pederasta de Ciudad Lineal, detenido hoy, al que vio por última vez a primeros de mes cuando entraba en una vivienda propiedad de su familia y que actualmente está deshabitada. En declaraciones a Efe, el portero ha asegurado que ha reconocido a Antonio Ortiz, acusado de cinco abusos sexuales a niñas y tres intentos, como la persona que alguna vez iba a un piso de la cuarta planta del inmueble, propiedad de su familia. En el rellano de la entrada del piso dos policías de paisano custodian la vivienda, a la que todavía no han accedido. Una vivienda que actualmente está vacía y a la que de vez en cuando acudía la madre del arrestado, sobre todo en las últimas semanas, según ha dicho. En estas visitas, según el portero, la madre había llevado algunos muebles.

De hecho, la última vez que el empleado vio al detenido fue hace unas tres semanas y en dos ocasiones: primero solo y luego junto a su madre.

Mientras, los vecinos consultados por Efe han dicho que no conocían al detenido y se han mostrado sorprendidos, porque no se imaginaban que el presunto pederasta pudiera actuar tan cerca de su casa.

Tenía un piso en Ciudad Lineal

Vecinos del bloque de apartamentos donde el pederasta de Ciudad Lineal tenía una vivienda, y a la que pudo llevar a las niñas que secuestraba, han comentado este miércoles tras conocer su detención que se trata de una noticia «tranquilizadora», si bien se han mostrado sorprendidos de que el individuo fuera vecino suyo.

En declaraciones a Europa Press, Vicente ha señalado que el bloque de apartamentos de la calle Campezo de Madrid lo forman un conjunto de residencias de alquiler temporal con contratos de 45 días y, por lo tanto, los vecinos no se conocen entre ellos. «No hacemos amistad porque a los pocos meses se van», ha indicado el hombre, que ha residido durante un tiempo en ese mismo bloque.

«Es un barrio bastante tranquilo y saber que tenemos al violador en frente de casa y por un sitio donde pasamos con nuestros hijos es desagradable, pero a la vez tranquiliza que lo hayan cogido», ha agregado en referencia a la detención del pederasta, que está acusado de cinco agresiones y tres intentos y que cumplió condena en los 90 por el mismo delito.

Por su parte, Almudena, otra joven residente en el bloque ha matizado que sí que ha escuchado hablar a los vecinos del detenido, sin que supieran que residía en el lugar. «(Me ha sorprendido) muchísimo», ha espetado al tiempo que ha añadido que, al tratarse de una zona nueva, hay muchos residentes jóvenes con hijos menores.

Otra joven vecina del lugar, Miren, ha explicado que en la actualidad y en ciudades tan grandes como Madrid, «pueden pasar cosas como estas». «Te puede pasar que algún vecino o alguien cercano a ti sea una persona así», ha apuntado.

«Escondido» en Santander

Por su parte los vecinos de la Bajada de San Juan de Santander han recibido con sorpresa y un escalofrío la detención del presunto pederasta de Ciudad Lineal, un hombre, dicen, alto, fuerte y bien parecido que se alojaba en casa de su tío y que solía charlar con ellos en el bar, «de fútbol y de las cosas del barrio».

«Aquí nos conocemos todos, es un barriuco pequeño y de piedra nos hemos quedado...», dice Enrique, uno de los vecinos que ha coincidido con frecuencia con Antonio Ortiz en el bar, cuando iba a tomar algo acompañado por su tío.

Lo único que sabía de su vida, explica, es que es sobrino de uno de los vecinos del barrio, al que había ido a visitar en varias ocasiones anteriores, la última «hace dos o tres meses».

Enrique cuenta que en la Bajada de San Juan nadie podía imaginarse que ese «muchacho normal» y «majo» en el trato con el que se tomaban unas cervezas, mientras charlaban «de las cosas del barrio, del fútbol, de lo típico que se habla en los bares», acabaría detenido cerca de sus casas como el presunto pederasta de Ciudad Lineal que tanta alarma ha generado.

«Nunca ha hecho nada raro en el barrio. Los niños andaban sueltos por ahí y nunca ha hecho ningún amago», apostilla.

Un mecánico de un taller cercano al domicilio de su tío relata que solía ver al detenido sentado en un escalón junto a su negocio, durante el día y por la noche, «echándose un cigarro» o hablando por el móvil, desde hace unas semanas.

«Casi todos los días venía y se sentaba, mirando para abajo», explica. Nunca llegó a cruzar una palabra con el presunto pederasta, del que cuenta que hablaba mucho por el móvil, solía estar «muy tranquilo», vestía de oscuro habitualmente y es «un muchacho bien parecido».

Otro de los vecinos de la Bajada de San Juan confiesa que se ha quedado «escalofriado» cuando ha sabido de la detención del «chico» al que también solía ver sentado en la calle.

Se ha enterado al oír la noticia en televisión, pasadas las nueve, cuando ha bajado a pasar con su perro a la calle y se ha encontrado con un gran despliegue de policías en el barrio.

Un tercero señala que conocía al presunto pederasta de vista y lo describe como «alto y musculoso» pero añade que nunca habló con él. Sí conoce a su tío, que era «del barrio de toda la vida».

La Policía Nacional, que ha detenido a Antonio Ortiz a las 07.37 horas de esta mañana, ha estado registrando el domicilio de sus familiares del presunto pederasta en Santander hasta cerca de las 13.00 horas, cuando han salido de la casa con una caja abierta que parecía contener papeles.