España desplegará en enero en Turquía una batería antimisiles con 130 militares

redacción / la voz

ESPAÑA

Felipe VI recibió en la Zarzuela a los participantes en la Conferencia sobre Libia.
Felipe VI recibió en la Zarzuela a los participantes en la Conferencia sobre Libia. alberto martín < / span>efe< / span>

La Conferencia de Madrid se vuelca con el Gobierno libio en busca de estabilidad, pero descarta una intervención militar

18 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, anunció ayer que España desplegará una batería antiaérea de misiles Patriot en Turquía, dentro del dispositivo de la OTAN para proteger a la población de un posible ataque ante amenazas en su frontera sur con Irak y Siria.

El ministro, que compareció ante la Comisión de Defensa para informar sobre la cumbre de la OTAN celebrada en Gales los días 4 y 5 de septiembre, explicó que esta iniciativa se encuadra dentro de las operaciones programadas por la Alianza en Turquía y conllevará el desplazamiento de una batería con seis lanzadores y unos 130 militares. Estas baterías sustituirán a las desplegadas por Holanda, cuyo repliegue está previsto para finales de enero del 2015. Los militares españoles colaborarán con unidades similares de Alemania y EE.UU., recoge Efe. El titular de Defensa reiteró que España está en la coalición internacional contra el terrorismo yihadista. Y remarcó que participa en el planeamiento de la operación en Tampa (EE.UU.) contra el Estado Islámico.

Terrorismo yihadista

Madrid también albergó ayer la Conferencia sobre Libia, desde donde se lanzó un mensaje de respaldo inequívoco al Gobierno legítimo de ese país para lograr la estabilidad y luchar contra el terrorismo yihadista, aunque se descartó participar en una intervención militar.

Representantes de veintiún países e instituciones debatieron sobre cómo la comunidad internacional puede colaborar para lograr la paz en Libia.

El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, recalcó que, con independencia de toda la ayuda que necesita Libia, la solución tiene que venir de la mano de los ciudadanos y autoridades de ese país y que «no sería útil una intervención militar extranjera en la zona». Su homólogo libio, Mohamed Abdulaziz, precisó que «las intervenciones militares son una injerencia siempre desastrosa». Y explicó que hay otras formas de ayudar como adiestrar a sus militares o policías y facilitar tecnologías para enfrentarse al terrorismo.

Las conclusiones subrayan que la unidad, soberanía y democracia de Libia deben ser preservadas, e insisten en que la solución ha de ser propiciada por los libios. Abdulaziz consideró esencial que la comunidad internacional no cese en la lucha contra el terrorismo yihadista. Un terrorismo que, advirtió, puede tener consecuencias no solo para Libia, sino para el mundo en general.