La Asamblea Nacional Catalana (ANC) no contempla la posibilidad de que el referendo soberanista sea aplazado, porque no cree que la Generalitat y Gobierno central lleguen a un acuerdo que permita su celebración. La presidenta de este órgano independentista, Carme Forcadell, afirmó ayer que «en algún momento inevitablemente habrá que quebrantar la legalidad española, porque no permitirá que Cataluña siga con sus aspiraciones».
La dirigente de la ANC considera que, en el caso de que el Constitucional declare ilegal la consulta, el Ejecutivo autonómico debe convocar elecciones anticipadas con carácter plebiscitario en el menor tiempo posible. Sea como fuere, para Forcadell deben ser los catalanes quienes decidan su futuro y no «un tribunal desprestigiado» como es, a su juicio, el Constitucional. La presidenta de la ANC también dijo que si Mas no cumple su compromiso de celebrar la consulta «incumplirá aquello que prometió cuando se presentó a las últimas elecciones autonómicas».
Con respecto al caso Pujol, Forcadell admitió que la confesión del expresidente de que ocultó sumas millonarias en paraísos fiscales afecta directamente a Convergència y a Artur Mas. En cualquier caso, dijo que el escándalo «debe servir para hacer limpieza y para construir un país nuevo, democrático y más justo».
Javier Arenas, vicesecretario de Política Autonómica del PP, lamentó ayer que el reto independentista le esté costando a Cataluña «millones de euros y empleos».