La exnovia de Jordi Pujol avisa que «van a salir más cosas de toda la familia»

Julio Á. Fariñas REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

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Dice que contratar con la floristería de Marta Ferrusola en Barcelona era como «un impuesto revolucionario»

31 jul 2014 . Actualizado a las 11:24 h.

La exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez, avisa de que «van a salir más cosas» de toda la familia del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol y dice que el patrimonio de la familia se cifra en «muchos miles de millones de euros». Así lo manifestó en una entrevista concedida a La Sexta, en la que destacó el papel de periodistas, jueces y policías, además del suyo propio, para sacar a la luz este tema.

Sobre el comunicado de Pujol en el que se informaba de que el dinero en el extranjero se debía a una herencia de su padre, indicó que era la primera vez que oía mentar esa herencia. No negó que exista una herencia, pero precisó que el dinero del que ella habló, «no es el dinero de una herencia».

La exnovia del primogénito de Jordi Pujol considera «más factible» que se trate de dinero que proviene de comisiones porque durante el proceso «han salido varias empresas que han pagado en paraísos fiscales a la familia», aunque matizó que «se está estudiando en qué concepto». Precisó que «curiosamente» todas ellas son empresas que han trabajado para la Generalitat de Cataluña.

Las flores de Marta Ferrusola

Álvarez también aludió al papel en el seno del clan familiar de Marta Ferrusola, que estuvo a punto de ser su suegra y sacó a relucir el tema de Hidroplant, la empresa de jardinería y comercio de flores ornamentales que regentaba desde el año 1989. Dijo que era bien conocido que contratar con la floristería de Marta Ferrusola en Barcelona era «un impuesto revolucionario casi» y que «cada persona que montaba un hotel, un edificio oficial, tenía que montar un jardín japonés o un jardín no se qué, incluido el césped del Camp Nou que se convirtió en un patatal».

Sobre el tema de las flores cabe recordar que CiU reclamó el año pasado al Gobierno que recuperase el IVA reducido del 10 % para las plantas vivas y las flores, una vieja exigencia de Jordi Pujol de sus tiempos de presidente de la Generalitat. Concretamente en la subida general aplicada a este impuesto en el año 1994 por Pedro Solbes en el Gobierno de Felipe González, las flores dejaron de soportar el tipo general y se quedaron en el reducido. Fue una de las exigencia de CiU para apoyar los presupuestos de ese año.

María Victoria Álvarez dejó claro en esa entrevista televisiva que la ex primera dama de Cataluña conocía lo que hacían sus hijos. Aludió a una conversación telefónica que le escuchó con su hijo Jordi en la que le decía que «el dinero ya estaba donde tenía que estar».

Comisiones ilegales

La exnovia del primogénito de Ferrusola, antes de hablar en la tele, lo hizo ante el juez Ruz, que sigue avanzando en la investigación sobre los negocios ilícitos. Sobre la mesa del magistrado, que ha citado para el 15 de septiembre a Pujol y a sus exesposa, el magistrado ya tiene un demoledor informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) sobre supuestas comisiones ilegales que pagaron hasta 17 empresas privadas, todas ellas contratistas de administraciones públicas de Cataluña, a tres sociedades del hijo del ex presidente catalán por servicios falsos. En cuatro años, esas tres sociedades ingresaron de las 17 empresas privadas más de ocho millones de euros.

En la inmensa mayoría de los casos, la policía se ha encontrado con que los empresarios no aportaban ninguna documentación de sus tratos comerciales con Jordi Pujol Ferrusola, no se acordaban del asesoramiento que prestó o presentaban contratos increíbles por trabajos inexistentes.

Por otra parte, ha trascendido que la Audiencia Nacional también investiga si Jordi Pujol Ferrusola cobró una comisión encubierta de Isolux Corsán al vender a este gigante de las infraestructuras, contratista de la Generalitat catalana, su parte en un macroproyecto turístico mexicano, obteniendo un beneficio de 9,7 millones de euros en tan solo dos años.

El juez Ruz ya requirió a la empresa española toda la documentación sobre la compra del proyecto Azul de Cortez, el más importante desarrollo turístico de Baja California Sur. Se trata de un complejo que se extiende sobre una superficie de 800 hectáreas junto al Golfo de California, también conocido como Mar de Cortés.