Fiebre de manifiestos antes del encuentro en la Moncloa

A. T. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

17 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

A falta de unos días para que Mariano Rajoy y Artur Mas se sienten en un sillón de la Moncloa a certificar que el choque de trenes al que conduce el pulso soberanista catalán es inevitable salvo que el presidente de la Generalitat renuncie a convocar el referendo de autodeterminación, se vive una erupción febril de manifiestos. Dos plataformas de intelectuales, expolíticos y referentes del mundo cultural y artístico buscan movilizar a ciudadanos, partidos e instituciones en torno a soluciones y estrategias prácticamente antitéticas a la crisis territorial.

Si el martes se dio a conocer la primera de ellas, Libres e iguales, el grupo que tiene como portavoz a la diputada popular Cayetana Álvarez de Toledo y que cuenta entre sus filas con Adolfo Suárez Illana y el premio nobel Mario Vargas Llosa, ayer saltó a la palestra Una España federal en una Europa federal, con el ex dirigente del PCE Nicolás Sartorius como portavoz y el exjuez Baltasar Garzón entre sus miembros.

Ambos proyectos solo tienen tres puntos en común; en todo lo demás, análisis de situación, propuestas y estrategias, son opuestas. Las coincidencias son la defensa de la unidad del Estado español, la oposición a cualquier referendo secesionista y las críticas a la forma de actuar de Rajoy, su Gobierno y su partido. Pero ni siquiera en esto último piensan lo mismo. Los de Vargas Llosa creen que el Ejecutivo está siendo blando y «tacticista» con Mas y sus socios soberanistas, a quienes debería haber aplicado ya una política de tolerancia cero con «toda la ley».

La segunda plataforma, por el contrario, invita a Rajoy, sin ceder un ápice en el cumplimiento de la ley, a salir del «inmovilismo» para enfrentar desde el diálogo y el consenso la crisis territorial que existe en España, que creen que no es solo un problema de vascos o catalanes sino de todos los españoles y que, de mantenerse como un pulso eterno y sin salida, «solo conducirá a un estéril enfrentamiento». Por ese motivo, llaman a los partidos e instituciones a que «alcancen los consensos y adopten los procedimientos necesarios para reformar la Constitución en un sentido federal» como la mejor solución para satisfacer e integrar a los ciudadanos de todo el país.