Pérez Tapias: «Rubalcaba es un héroe trágico al que se le pidió lo que no podía dar»

EFE

ESPAÑA

El candidato a secretario general del PSOE, José Antonio Pérez Tapias
El candidato a secretario general del PSOE, José Antonio Pérez Tapias Ángel Medina G.

El candidato del PSOE insiste en que el papel del actual secretario hubiera sido «dignísimo» si se hubiera limitado a encabezar la candidatura electoral del 2011

04 jul 2014 . Actualizado a las 20:12 h.

El candidato a liderar el PSOE José Antonio Pérez Tapias cree que Alfredo Pérez Rubalcaba es un «héroe» con «ciertas connotaciones trágicas», a quien «se le pidió lo que no podía dar» y cuyo papel hubiera sido «dignísimo» si se hubiera limitado a encabezar la candidatura del 20N.

Pérez Tapias reconoce los «méritos» del todavía secretario general del PSOE y valora que internamente se prestara a dar la cara por los socialistas en un momento muy difícil, en las elecciones del 20 de noviembre del 2011.

También le elogia por promover la Conferencia Política del año pasado, aunque Pérez Tapias estima que le faltó un marco para que la ciudadanía lo percibiera como una alternativa «consistente, transitable y convincente».

Para ello, apostilla, hay que hilvanar las líneas maestras del proyecto «con hilo rojo».

«A Rubalcaba se le pidió mucho, hizo un papel muy digno presentándose a unas elecciones que venían como venían después del final de la legislatura de Zapatero», señala, y apunta que al líder del PSOE se le puede calificar de «héroe con ciertas connotaciones trágicas al que se le pidió lo que no podía dar».

Y ese fue, a su juicio, «el error» del PSOE, que culminó con la elección de Rubalcaba como secretario general en el congreso federal de Sevilla de febrero del 2012.

Pérez Tapias insiste en que su papel hubiera sido «dignísimo» si se hubiera limitado a encabezar la candidatura electoral del 2011, pero se le reclamó después que renovara el partido, que presentara una imagen nueva, que rearticulara el proyecto y que hiciera una oposición eficaz y contundente «ante una derecha muy agresiva».

«Era pedirle al héroe lo que ya no podía dar», sentencia, convencido de que aquello no fue un problema de Rubalcaba, sino de todo el partido.