Interior calcula que cien musulmanes españoles ya han luchado en Siria

Melchor Saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Dos agentes custodian al cabecilla de una red yihadista desmantelada en Melilla en mayo.
Dos agentes custodian al cabecilla de una red yihadista desmantelada en Melilla en mayo. F. G .Guerrero < / span>efe< / span>

El fenómeno de los terroristas retornados se ha convertido en la mayor amenaza para la seguridad del Estado

22 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

«Todo ha cambiado en cuestión de dos años. Ya no es Afganistán o Pakistán. La situación en Mali, Nigeria, Libia e Irak, y, sobre todo, el conflicto de Siria lo ha empeorado todo. Hay muchos más yihadistas europeos y españoles en esos nuevos escenarios y están volviendo. Ellos son ya, sin duda, la mayor amenaza para la seguridad del Estado». El que habla es un mando de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE), la élite de la Policía Nacional en la lucha contra el terrorismo islámico.

Frases casi idénticas a las de los expertos de la Jefatura de Información de la Guardia Civil y del Ministerio de Defensa, siempre bien informados por las antenas del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Hay consenso entre los especialistas: «España se enfrenta a un nuevo yihadismo». Una amenaza que se resume en dos palabras «terroristas retornados» y que se esconde bajo dos acrónimos: EIIL, Estado Islámico de Irak y Levante, que opera desde hace tres años en Siria y desde hace meses en Irak, y Mujao, Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental, asentado en Mali.

En los despachos de los servicios antiterroristas españoles ya no se habla solo, como ocurría hasta hace solo 24 meses, de los lobos solitarios, esos terroristas que, a veces con algo de entrenamiento militar en Asia, pero sin contacto alguno con células ligadas a Al Qaida, se lanzaban a atentar en sus países de origen sin una orden previa. Fue el caso de Mohamed Merah, el franco-argelino que en marzo del 2012 mató a siete personas en Toulouse, o de lo hermanos chechenos Tsarnáev, que atacaron en abril del 2013 durante el maratón de Boston. Merah o los Tsarnáev, no contaban con nada ni nadie para hacer la yihad en su vuelta a casa. Ahora, la situación es diferente, tienen apoyo a su regreso como demuestran las seis operaciones antiterroristas que durante este año se han desarrollado en España. En todos estos golpes están involucrados retornados y siempre ligados a una red. Ya no hay lobos solitarios.

Tres tramas en seis meses

En apenas seis meses se han desarticulado tres tramas diferentes, la última el pasado lunes en Madrid con nueve detenidos, que además de acoger a los terroristas, se dedicaban a la captación, adoctrinamiento y envío de muyahidines a hacer la guerra santa en los tres nuevos epicentros de la yihad. «Y a su regreso a casa ya no están solos», insiste un mando de Interior.

Los responsables de la lucha anti islamista están convencidos de que «antes o después» cualquiera de estas células dará el paso para hacer la yihad en Europa, aprovechando la vastísima experiencia militar en el terreno de esos retornados que han participado en acciones armadas contra fuerzas regulares y en atentados, pero que también toman parte en secuestros y ejecuciones de población civil.

De hecho, la célula desmantelada por la Guardia Civil y la Policía en Melilla el 30 de mayo, que llegó a enviar a 26 terroristas a Mali, Libia y Siria, ya había pasado del adoctrinamiento a tratar de conseguir infraestructura, manuales y explosivos, para intentar atentar, al menos, en Marruecos. Esa misma red, gestora de las webs Sharia4Spain, se dedicaba, además de mandar a muyahidines a zonas de conflicto, a hacer proselitismo en Internet a favor de la aplicación de la ley islámica en España y en defensa de la yihad para reconquistar Al Andalus.

Candidatos con experiencia para atentar en España no les van a faltar a estas células, si alguna de ellas decide dar el paso. Las cifras de los servicios de inteligencia españoles y europeos asustan. De los cerca de 11.000 combatientes extranjeros solo en suelo sirio, más de 2.000 proceden de Europa. Las cifras de españoles, la mayoría marroquíes de origen, que combaten contra el régimen de Bashar el Asad oscilan entre 50 y el centenar, según las diferentes fuentes. Más preocupante aún para el Ministerio del Interior y el CNI son los cerca de 800 marroquíes que en la actualidad luchan y se entrenan en Siria. La inmensa mayoría de estos muyahidines proceden del norte del país, conocen o han vivido en España y algunos de ellos, incluso, ha sido captados en Melilla y Ceuta. «Para ellos volver no es abandonar la yihad es llevar su guerra santa a casa. Ya sea en Marruecos, España o en otro país europeo», apunta un mando de la UCIE.