Pedro Sánchez, el fontanero que sale a la luz

T. N. REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Para muchos, es el tapado de la cúpula del partido

15 jun 2014 . Actualizado a las 11:45 h.

Para muchos, es el tapado de la cúpula del partido, por su cercanía tanto a Rubalcaba como a José Blanco, y muy especialmente a partir del momento en que Susana Díaz decidió no participara en la carrera sucesoria. Nacido en Madrid el 29 de febrero de 1972, es poco conocido para el gran público, especialmente si se le compara con Madina, pero tiene un largo recorrido en el partido, donde es muy apreciado tanto por su preparación como su trabajado callado. Doctor en Economía y Empresa, máster en Economía Política Europea por la Universidad Libre de Bruselas y de Liderazgo político por el IESE, a los 30 años ya había trabajado para Naciones Unidas y como asesor en el Parlamento Europeo. Casado y con dos hijos, habla inglés y francés. Profesor de Estructura Económica y de Historia del Pensamiento Económico en la Universidad Camilo José Cela, no necesita de la política para vivir. Pero lleva trabajando para el partido toda la vida. De hecho, fue uno de los fontaneros más utilizados por José Blanco, ayudó a Rubalcaba y fue uno de los muñidores del programa aprobado en la conferencia política de noviembre pasado.

Pese a ello, apenas ha ocupado cargos orgánicos y en los públicos ha entrado casi siempre de rebote, como sustituto de alguien. Tras acceder al Ayuntamiento de Madrid con 31 años, para entrar en el Congreso tuvo que esperar a que Pedro Solbes se retirara y le dejara su escaño. Y ahora es diputado gracias a la marcha de Cristina Narbona.

Al igual que Madina, llega con el mensaje del cambio, pero en su boca suena más creíble al tratarse de alguien a quien no se identifica con ningún líder. Pese a que muchos lo tratan despectivamente con el calificativo de «Pedro el Guapo», su preparación es incuestionable y su perfil moderado lo hace más atractivo para el poder institucional y las clases medias que el PSOE quiere recuperar.