Rajoy y Rubalcaba defenderán hoy juntos el pacto sucesorio

A. Torices / P. de las Heras MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El Grupo Socialista no dará libertad de voto a los parlamentarios para refrendar en el Congreso la ley de abdicación

11 jun 2014 . Actualizado a las 09:49 h.

Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba cumplirán hoy con el último punto de la hoja de ruta para la abdicación que cerraron con el rey el 29 de mayo pasado en torno a una mesa del palacio de la Zarzuela. Subirán a la tribuna del Congreso para demostrar, desde el máximo nivel, que los dos grandes partidos garantizan la vigencia del pacto constitucional de 1978. Sus 295 diputados, a los que se sumarán otros siete de UPyD, Foro Asturias y Unión del Pueblo Navarro, darán el visto bueno a la abdicación de don Juan Carlos y pondrán coto a la minoría parlamentaria que reclama un referendo sobre la república. Rajoy y Rubalcaba se convertirán en el blindaje de la continuidad de la Corona, coincidirán en el argumento de fondo, el cumplimiento de la legalidad constitucional, pero lo harán desde sus matices ideológicos.

El discurso del presidente del Gobierno será monolítico. Solo hablará de la necesidad de aprobar la ley orgánica en discusión para cumplir el mandato de ratificación parlamentaria de la renuncia. «Eso será lo que yo diga, no sé qué dirán los demás», aseguró ayer, en evidente referencia a que no dedicará ni medio minuto a la polémica del referendo. El cambio de modelo requiere una reforma agravada de la Carta Magna y una mayoría de dos tercios de las Cortes. Mientras que los que la desean no tengan fuerza política para impulsarla no hay nada que discutir. Rajoy dirá que, al contrario, la continuidad monárquica está garantizada por una muy amplia mayoría que cree que, además, coincide con el deseo de los españoles.

Rubalcaba partirá del argumento central y recordará que el compromiso de los socialistas con el pacto político de 1978 y con la monarquía parlamentaria es total, por lo que no cabe más posición que el sí. Un cosa, dirá, es el alma republicana del PSOE y otra la vigencia del punto de encuentro político que permitió la Constitución. En la reunión de ayer del grupo parlamentario para fijar la posición, solo dos diputados, de los 28 que pidieron la palabra, abogaron por la libertad de voto, aunque fuentes de la dirección del partido admiten que hay una gran intranquilidad interna por las presiones a favor de la república por parte de grupos antimonárquicos en la calle y a través de las redes sociales. El secretario general del PSOE insistió en que lo que se decide no es qué forma de Estado tiene España, porque eso ya quedó configurado en el pacto constitucional de 1978. Ahora lo que se vota, remarcó, es si se respalda la decisión personalísima del rey de abdicar.

Referendos

PNV, CiU, BNG, Geroa Bai, Amaiur y Esquerra insistirán en que ha llegado el momento de abrir la Carta Magna no solo para variar la forma política del Estado sino, sobre todo, para permitir a Galicia, País Vasco y Cataluña que ejerzan su derecho a decidir si quieren o no seguir en España y en qué condiciones. IU y Compromís se afanarán en reclamar un referendo inmediato por la república.