Rubalcaba cede a la presión de los barones, suprime el límite de avales y pone la alfombra roja a Susana Díaz

Paula de las Heras MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Una única persona podrá copar, si es capaz, más de la mitad de los apoyos necesarios para así dejar fuera a la competencia

03 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Va a ser difícil que haya más de dos candidatos a la secretaría general del PSOE. Los cambios acordados en el procedimiento que había planteado Alfredo Pérez Rubalcaba para permitir todos los militantes y, no sólo los delegados, designen a su futuro líder limitan, en la práctica, la posibilidad de opciones a priori minoritarias. Los barones que trabajan para que Susana Díaz sustituya a Rubalcaba en el congreso extraordinario han logrado que no haya un límite en el número de avales que a cada uno de los aspirantes le está permitido recoger. Y eso significa que una única persona podrá copar, si es que es capaz, más de la mitad de los apoyos necesarios para así dejar fuera a la competencia.

Es lo que hizo la presidenta de la Junta de Andalucía en sus primarias exprés de hace un año.

El borrador que se había enviado desde la secretaria de organización del PSOE a las federaciones, el pasado viernes por la noche, establecía que para optar a la sucesión sería necesario un límite mínimo del 5% de avales y un tope máximo del 10%, a fin de facilitar la concurrencia. Esos porcentajes son los que el partido fijó durante la conferencia política de noviembre para los aspirantes a las primarias abiertas, ahora aparcadas.

Pero lo que a todos pareció bien en aquel cónclave, es visto en estos momentos como una aberración. «No estamos eligiendo a un cartel electoral sino a la persona que tiene que liderar el PSOE», argumentan los barones que han presionado por este cambio.

Por aclamación

Que Susana Díaz anuncie su candidatura una vez la ejecutiva dé el visto bueno a ese nuevo esquema está aún por ver, pero lo que es un hecho es que la fórmula facilita lo que ella siempre ha pretendido: la aclamación. Los socialistas andaluces han dejado claro durante toda la semana que su jefa de filas sólo se presentará al congreso si tiene garantizada la unanimidad. Y eso al menos no se desprende de las declaraciones del gallego Pachi Vázquez.

El éxito del movimiento realizado por Eduardo Madina para forzar el voto directo de las bases hacía más difícil ese paseo militar de la dirigente andaluza. Pero ahora las cosas vuelven a complicarse tanto para Madina, que probablemente logrará los avales requeridos pero puede quedar arrinconado si los aparatos hacen una demostración de fuerza, como para Pedro Sánchez, que se planteaba luchar por la secretaría general, o el portavoz de Izquierda Socialista en Granada que anunció ya su candidatura.

Carme Chacón comunicó ayer en una carta abierta que renuncia y que se reserva para las primarias tras denunciar, una vez más, «maniobras que han contribuido a la ceremonia de la confusión».