Beiras llama a un frente popular de ruptura y el BNG pide terminar con la herencia franquista

m. b. REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

03 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El anuncio de la abdicación del rey situó ayer al portavoz de Alternativa Galega de Esquerda ante el escenario perfecto para izar una de las banderas que agitó de forma sistemática en la campaña de las pasadas elecciones autonómicas. Xosé Manuel Beiras advirtió ayer que se plantea una oportunidad para conformar una alianza cívica entre todos los ciudadanos, «un auténtico frente democrático e popular», que sirva para abordar un nuevo proceso constituyente republicano.

Durante una comparecencia en el Parlamento gallego, Beiras puntualizó que a él no le vale un referendo organizado por los que «cociñaron a fraude política da transición», una consulta en la que haya que sancionar si Felipe de Borbón es el heredero o no. En este sentido, el portavoz de AGE insistió en la necesidad de hacer una quiebra con la troika y de iniciar un proceso «deconstituinte» del actual régimen y a continuación comenzar otro constituyente, de un régimen republicano, en el que cada pueblo que conforma España decida si participa o viaja por su cuenta.

Al igual que Cayo Lara, Beiras argumentó que los resultados del 25 de mayo han tenido esta consecuencia, porque los partidos de la Corona, PP y PSOE, han quedado descalificados, al no llegar a sumar la mitad del porcentaje de votos en el conjunto de España y menos de un cuarto en Cataluña y País Vasco.

En línea con lo defendido dentro de Anova y por AGE, Beiras volvió ayer a priorizar la estrategia de clase sobre la cuestión nacional, al contrario que el Bloque, que convocó diversas movilizaciones por toda Galicia ayer en favor de una república gallega.

Antes, su portavoz nacional, Xavier Vence, llamó a articular un nuevo proceso constituyente que termine con la herencia del franquismo. El portavoz del Bloque tildó la abdicación como «un lavado de cara» ante una crisis institucional, donde la monarquía, «nunha crise terminal», no goza de apoyo en la ciudadanía.

A su juicio, se trata de un «cambio cosmético» guiado por la élite del Estado y los poderes económicos para desviar la atención de los «grandes problemas».

En esta línea, Vence indicó que el verdadero cambio debe centrarse en acabar con la corrupción que empapa las principales instituciones españolas y al PP, y abogó por un nuevo proceso que permita que Galicia pueda ejercer su derecho a decidir y a existir como Estado propio.