
La formación se hace fuerte en zonas residenciales periféricas, muchas de nueva creación
31 may 2014 . Actualizado a las 21:17 h.El círculo que identifica a la fuerza revelación de las elecciones europeas refleja muy bien cómo ha logrado implantarse en las ciudades gallegas. Su apoyo, más bien joven, aunque de todo hay, se acomoda en la periferia, a menudo en barrios de nueva creación o en zonas adonde fueron expulsadas las familias jóvenes por la burbuja inmobiliaria en el centro de las ciudades. La conquista del poder que se plantea su líder, Pablo Iglesias, parte de los contornos con la esperanza de que algún día puedan alcanzar los centros. Aunque muy cerca de las millas de oro también han recabado apoyos relevantes.
Vigo
Victoria de Podemos en Navia. Esquerda Unida carece de representación en el Concello de Vigo y el pasado domingo, dentro de AGE, logró un sonoro tercer puesto en la ciudad. Podemos, la revelación, se alzó con el cuarto lugar a solo un puñado de votos. El éxito de ambos partidos queda en evidencia al comprobar que, sumados sus votos, se convirtieron en la primera fuerza en cuatro de los nueve distritos. Pero lo más destacable es la victoria de Podemos en el barrio de Navia, una enorme promoción de pisos de promoción pública que se ha ido construyendo en los últimos quince años y que cuando concluya la fase pendiente tendrá cerca de 4.000 viviendas. Sus moradores son casi en su totalidad familias jóvenes con niños y ha sido especialmente mimado por el Concello (mejoras viarias, servicio de autobuses, huertos públicos, instalaciones deportivas) y también por la Xunta (centro de salud y una gran zona ajardinada). En las últimas elecciones municipales se decantó por el PSOE y contribuyó a que el alcalde Caballero aumentara en dos concejales su grupo municipal. En las europeas se impuso Podemos con el 20 % de los votos, seguido de AGE con el 19 % y el PSOE con un 18 %, lo que resalta la tendencia a la izquierda de sus vecinos.
A Coruña
El caso de Novo Mesoiro. El PP sufrió una inesperada derrota en el barrio de Novo Mesoiro, en A Coruña, en el que había tenido muy buenos resultados en anteriores convocatorias. El vapuleo de los conservadores fue tal que en una mesa electoral fueron la quinta fuerza política, con solo 19 de los 354 votos emitidos y por debajo incluso del BNG. Pero en Novo Mesoiro la victoria fue para el PSOE, Podemos y AGE, que se repartieron las victorias en las mesas con diferencias muy estrechas. Frente a ellos, el PP solo consiguió 186 de los 2.042 sufragios emitidos, el 9,1 %.
El barrio es uno de los más nuevos de la ciudad. La mayoría de sus vecinos son parejas jóvenes con hijos que el año que viene vivirán sus segundas elecciones municipales desde que se instalaron en esa zona. El PP tendrá que intentar recuperar apoyos en esa zona, que agrupa a la mayor parte de los 8.139 votantes del distrito nueve de A Coruña, en el que en conjunto no llegaron al 15,7 % de los sufragios.
Ourense
El barrio de A Ponte. En Ourense Podemos fue la cuarta fuerza con el 8,9 % de los votos. El partido de Pablo Iglesias se hizo fuerte especialmente en los distritos periféricos, siendo la zona centro donde menos apoyos porcentuales tuvo. El mensaje de Podemos caló especialmente en el barrio de A Ponte, en la zona norte de la ciudad al otro lado del río Miño, donde subió hasta el 9,49 %. Futuro destino de la estación del AVE, el debate sobre la terminal de Norman Foster planteada por el Concello de Ourense se vive ahí con mayor intensidad. A escasos metros de donde llegará la alta velocidad, en el instituto Blanco Amor, fue donde Podemos logró un mayor número porcentual de votos de toda la ciudad. Fue el 16,07 % de los sufragios, solo unas décimas por debajo del PSOE (16,96 %). Solo un voto les separó. En el centro cívico de A Ponte, el partido de Pablo Iglesias se llevó el 15 % de los votos, solo el 4 % menos que el PP en una mesa dominada por los socialistas.
Pontevedra
Muy fuertes en A Parda. El próximo 5 de junio, el círculo pontevedrés de Podemos se reunirá en asamblea para que quienes se sientan identificados con el nuevo fenómeno electoral se puedan «coñecer», dicen a través de las redes sociales. Porque, como en la práctica totalidad de los círculos en los que se organizan, muchos de los colaboradores no se conocen. Ahí tendrán ocasión de poner en común los datos de las mesas electorales. Con fenómenos tan notorios como haberse quedado a tan solo ocho votos de ser la primera fuerza en una de las mesas electorales del barrio de A Parda. Es sobre todo en este barrio joven, de nueva creación, donde Podemos ha obtenido sus mejores resultados. Pero también en el centro. No lejos de la milla de oro pontevedresa, las mesas electorales del centro Álvarez Limeses han revelado también un notable apoyo a Podemos, con porcentajes rondando el 15 % de los votos.
Lugo
Tercera fuerza en 39 mesas. En las pasadas elecciones europeas, también en Lugo se hizo notar el efecto Podemos, hasta el punto de que se situó como la tercera fuerza más votada en 39 mesas de las poco más de cien que hubo en el municipio. Ocupó la cuarta posición en 52, en gran parte de ellas por detrás de AGE. Como ocurrió en la mayor parte de Galicia, el BNG quedó emparedado entre AGE y Podemos, de tal modo que el movimiento ciudadano liderado por Pablo Iglesias adelantó al Bloque en la práctica totalidad de las mesas urbanas, y, lo que es más llamativo, estuvo por delante de los nacionalistas en tres mesas rurales. El voto de Podemos en Lugo es mayoritariamente urbano, ámbito en el que consigue sus mejores resultados en la difusa frontera entre el centro y la periferia, pero también en otros entornos de nivel socioeconómico medio. Podemos y AGE llegaron incluso a empatar en alguna mesa. Fue el caso de una de las instaladas en el edificio de los sindicatos, frente a la Muralla.
Santiago
Conxo y O Romaño. Podemos no arrancó en Santiago de Compostela con el ímpetu que lo hizo en otras ciudades, pues no solo no logró imponerse en ninguno de los seis distritos electorales, sino que también se quedó a mucha distancia de ser la primera fuerza política en alguna de las 99 mesas que hubo en el municipio.
Es más, la formación que lidera Pablo Iglesias se tuvo que conformar con ser la cuarta fuerza, por detrás de PP, PSdeG y AGE, aunque a la coalición liderada por Xosé Manuel Beiras la igualó en resultados en algunas mesas electorales de barrios alejados del centro, como Conxo y O Romaño, así como en algunas urnas dispersas por la zona del Campus Sur y del Ensanche.
Ferrol y Narón
El bastión obrero de Caranza. El mayor apoyo ferrolano a Podemos se cosechó en el barrio de Caranza, el más populoso del municipio y de clase obrera, donde conviven desde personas de avanzada edad que han residido allí toda la vida a jóvenes y niños. Allí, en cuatro de sus mesas electorales, superó el 15 % de los sufragios. También lo hizo en una de las mesas del barrio de Esteiro, una de las principales bolsas residenciales de la ciudad y emplazamiento preferido por parejas jóvenes, por su proximidad al centro. Anexo al de Esteiro, pero con un perfil bien distinto, también Recimil registró una buena marca para Podemos, llegando en una de sus mesas al 18 % de los votos.
Pero fue en el municipio vecino, Narón, un ayuntamiento en pleno crecimiento demográfico, donde Podemos dejó más huella. El promedio municipal se situó en un 15 % de los votos. Y en tres de sus mesas logró ser la fuerza más votada.
Información elaborada por: Xosé V. Gago, Juanma Fuentes, Carlos Punzón, Domingos Sampedro, Rocío Pita, Carla Elías, Enrique G. Souto, Christian Casares y Rubén Nóvoa.