Varios barones autonómicos muestran su apoyo a Susana Díaz

Colpisa

ESPAÑA

La maniobra impulsada por ocho líderes territoriales amenaza con cortar las alas a Madina

30 may 2014 . Actualizado a las 00:07 h.

La temperatura sigue subiendo en el caldero socialista. No se había terminado de resolver aún el debate sobre cómo hacer que los militantes puedan participar mediante el voto directo en el congreso extraordinario convocado para el 19 y 20 de julio, que ni siquiera se había dado aún por definitivo que vaya a ser así, cuando un nutrido grupo de barones dio un paso al frente para reclamar, gota a gota, que Susana Díaz sea elegida la próxima secretaria general del PSOE. El apoyo generó un gran revuelo interno y el enojo de quienes, como el secretario general de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara, defienden que, ahora más que nunca, hay que oír la voz de la militancia.

Eduardo Madina, que tenía intención de anunciar el lunes si se presenta o no al congreso -y sólo lo hará, como ya advirtió, si se busca una fórmula de voto directo- salió al paso de la avalancha con un reproche velado: «Respeto la opinión de estos secretarios regionales, pero quiero saber si ellos están dispuestos a respetar la de los 240.000 militantes del partido». Esos secretarios regionales, de momento, son ocho: el valenciano Ximo Puig; el madrileño Tomás Gómez; el canario José Miguel Pérez; el aragonés Javier Lambán; el riojano César Luena; el navarro Roberto Jiménez, la cántabra Eva Díaz y el murciano Rafael González Tovar. Pero otros, como el vasco Patxi López y el castellano-manchego Emiliano García-Page, ya han dejado ver también su preferencia por la dirigente andaluza, aunque de forma menos explícita.

El caso es que todos ellos se han mostrado partidarios, estos días, de la fórmula un militante, un voto, a pesar de que a algunos nunca les ha hecho mucha gracia. Madina tuvo la habilidad el martes de lanzar un órdago que los obligara a retratarse. Y como nadie quiere asumir el coste de ser señalado como aquel que cercenó los avances hacia una mayor democracia interna, uno a uno alabaron la idea. Pero hay algo contradictorio en su jugada. Porque si lo que va a haber es un congreso asambleario, de momento, solo hablan en nombre propio.

Eso es lo que apunta Fernández Vara. Asegura que no tiene intención de pronunciarse hasta oír la opinión de los militantes extremeños en el comité que ha convocado para dentro de quince días. Y cuestiona que se apueste ya por una persona sin saber cuáles son sus planes, qué es lo querría hacer con el partido o si además de ser secretaria general querría ser candidata a la Presidencia del Gobierno. «No entiendo que se haga un pronunciamiento de este tipo sin que se sepa si es su posición o la de la mayoría de sus federaciones», insistió. El mismo reproche hizo el número dos del PSPV, Francesc Romeu. Y en el PSC aseguran que su líder, Pere Navarro, no se mojará. Unidad Los secretarios generales que claramente actuaron de manera orquestada, algunos apuntan que el exvicesecretario general, José Blanco, es el coordinador en la sombra, arguyen que hay que acabar con la «incertidumbre» que azota al partido. Dicen que no se puede volver a ir a un «congreso fallido» como el del 2012, que el PSOE no se puede permitir el lujo de estar en guerra permanente, que hay que apostar por una solución de gran consenso y que Susana Díaz ha demostrado que puede unir al partido, porque lo hizo en Andalucía, y que puede ganar elecciones, porque el PSOE quedó por delante del PP en las europeas, aunque en realidad el triunfo se debe más al descalabro popular que a una remontada socialista que no existió.

La presidenta de la Junta de Andalucía, mientras, guarda silencio, más allá de la ambigua afirmación de que su «prioridad» es la tierra que gobierna. En el PSOE andaluz, sin embargo, hay quien sostiene que esto era lo que estaba esperando, que sólo estaba dispuesta a presentarse al congreso si era por aclamación y, siempre y cuando pueda compatibilizar la responsabilidad orgánica con su cargo actual. Ella ya dijo ayer que querría un «congreso a la andaluza», o sea, como el que la nombró a ella secretaria general, sin contrincante, y con un 98,6% de los votos. No está claro que el movimiento del grueso de los barones baste porque la militancia es impredecible. Rubalcaba avisó de que sólo habrá congreso por voto directo si hay unanimidad y Andalucía no da su sí porque dice que quiere ver qué propuesta hace el secretario general. Queda por ver también qué hacen Madina y Pedro Sánchez, Carme Chacón sigue pidiendo primarias. Aunque en sus entornos dicen que no se arrugarán fácilmente.