Galicia se mantendrá como una de las 24 áreas con una evolución más negativa
23 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Europa seguirá siendo escenario de crecimiento de su población hasta mediados de siglo. A partir del 2050, cuando se prevé alcance su techo con 525 millones de personas, la pérdida de habitantes pasará a ser una constante. Las proyecciones realizadas por la agencia estadística europea, Eurostat, dibujan una caída lenta a partir del ecuador del siglo y que en el año 2080 habrá supuesto la pérdida de algo más de cinco millones de habitantes.
El porcentaje resulta pequeño en el conjunto de la UE, pero países como Alemania se dejará en los próximos 66 años nada menos que 16,6 millones de residentes respecto a su censo actual. Polonia bajará otros 10 millones; Portugal unos 3,3, reduciéndose su población hasta los 7,1 millones; Rumanía cederá 3,6 millones más; Grecia, 3,3 y Bulgaria descenderá en 2,3 millones.
Y mientras unos países se desinflarán demográficamente otros se convertirán en auténticos focos de atracción. Las proyecciones de Eurostat estiman que el Reino Unido será el gran imán al dibujarse un censo de 85 millones de habitantes para el 2080, 21,2 millones más que en la actualidad. Le seguirán Francia (13,2 millones más), Bélgica (5,4), Italia (5,3), Noruega (3,8) y Luxemburgo, caso destacable, duplicará su actual población hasta llegar a 1,2 millones. Aún en Europa, aunque fuera de la UE, también Suiza seguirá atrayendo emigración y crecerá en el tiempo estudiado en 3,8 millones.
Escenario en España
En el mismo escenario España mantendría hasta el 2040 la caída que ya ha empezado a sufrir desde hace dos años, para a partir de ahí situarse prácticamente en su nivel de residentes actual con 47,5 millones de censados.
Ampliando a las 314 regiones de las UE el foco, la Comisión Europea enciende todas las alertas al considerar que en solo seis años un tercio de ellas empezarán a perder población de manera irreversible. Las áreas que sufrirán una desertización poblacional más evidente se encontrarán en zonas rurales de Bulgaria, Hungría, varias islas de Grecia, el sur de Italia, y prácticamente toda la antigua RDA.
Asturias y Castilla y León forman en España parte de ese núcleo amenazado en su futuro, en el que Galicia tiene también un lugar tremendamente comprometido, pues se estima que solo 24 regiones de toda la UE tendrán una evolución peor que la gallega y una mayor fragilidad por el incremento de su población anciana, un ínfimo índice de natalidad y la inexistencia, por tanto, de relevo generacional.
Las disminuciones de población más altas, rebasando incluso una pérdida superior al 10 % en los próximos seis años, se registrarían en cinco regiones de Bulgaria, en siete de Alemania, tres de Polonia y una de Grecia.
Envejecimiento extremo
Paralelo al proceso de despoblación, el informe apunta a que el envejecimiento será extremo en todo el territorio de la antigua Alemania Oriental, en el norte de España (Galicia, Asturias y Castilla y León), norte de Italia y algunas zonas de Finlandia. En el este de Europa, pese a perder población, el envejecimiento no será tan drástico al conservar aún grupos de edad más jóvenes y contar en general con una esperanza de vida menor.
Todo ese cambio demográfico incidirá en un descenso en el volumen de los grupos en edad de trabajar superior al 10 % en áreas de Finlandia, Suecia y Alemania a causa de la despoblación y el envejecimiento, e incluso mayor del 25 % en Bulgaria, Alemania Oriental y Polonia por la combinación de una fertilidad muy baja y una alta emigración.
La UE recalca que el envejecimiento de la población afectará de manera determinante a la productividad, inversión, consumo y ahorros de las zonas citadas, lo que condicionará y limitará su crecimiento y sostenibilidad.
El Consejo Europeo estima que las regiones con mayor nivel educativo podrán compensar parcialmente sus crisis demográficas si sus estudios son aplicados a soluciones e iniciativas empresariales que fijen población.