La fiscalía pide 40 años de cárcel para el falso maestro shaolín que asesinó a dos mujeres en Bilbao

La Voz EUROPA PRESS | EFE

ESPAÑA

El ministerio público reclama al acusado 286.000 euros de indemnización

19 may 2014 . Actualizado a las 18:41 h.

La Fiscalía vasca ha solicitado 40 años de cárcel y una multa de 300.000 euros para Juan Carlos Aguilar, el 'falso maestro Shaolín', al que acusa de haber cometido dos asesinatos con alevosía. Aguilar mató a Jenny Sofía Rebollo, de nacionalidad colombiana, y a Maureen Ada Otuya, de Nigeria, el pasado año en Bilbao. El ministerio público ha pedido al Juzgado de Instrucción número 3 de Bilbao que abra juicio oral, que se celebraría con tribunal de Jurado.

La Fiscalía considera que Juan Carlos Aguilar es autor de dos delitos de «asesinato con alevosía» y pide 20 años de cárcel por cada uno de ellos. Además, solicita la inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena. El ministerio público reclama al acusado, asimismo, el pago de 209.800 euros a los familiares de Jenny Rebollo y 77.000 a la madre de Maureen Ada Otuya.

Respecto al primer crimen, la fiscalía ha descrito que sobre las 03.20 horas del 25 de mayo de 2013, el el falso monje shaolín se encontraba en el interior de su vehículo (Mitsubishi 9324GKR), en la calle General Concha de Bilbao, a la altura de la Alameda de San Mamés. En un momento dado, apareció Jeny Rebollo Tuirán, acompañada de un varón no identificado; la mujer que, estaba siendo incomodada por este varón y que conocía al acusado, accedió a subirse al vehículo y a dirigirse al gimnasio de éste, situado en la calle Máximo Aguirre número 12 de Bilbao.

Una vez en el gimnasio, sin que se haya podido determinar la hora exacta, el acusado, «con ánimo de acabar con la vida de la señora Rebollo y actuando de manera súbita, imprevista e inesperada y sin dar posibilidad alguna de defensa o de huida, al haberla maniatado los brazos, le agredió hasta ocasionarla la muerte». Tras el fallecimiento, en los días sucesivos el acusado diseccionó el cadáver y se deshizo de sus partes.

El segundo crimen tuvo lugar unos días después: sobre las 06.00 horas del 2 de junio, el acusado contactó en las inmediaciones del bar «Canei», situado en la calle General Concha de Bilbao, con Maureen Ada, accediendo ambos, diez minutos después, al gimnasio anteriormente citado. Una vez en su interior y tras mantener relaciones sexuales, el acusado, según la fiscalía, actuó de manera similar: «súbita, imprevista e inesperada, sin dar posibilidad alguna de defensa o huida, le inmovilizó de los brazos y del cuello, le golpeó en la cabeza y en el abdomen, y, finalmente, movido por el ánimo de poner fin a la vida de la señora Ada, la estranguló con una soga».