Francisco Sosa Wagner: «En estas elecciones vamos a despegar en Galicia, sin duda»

m. cheda SANTIAGO / LA VOZ

ESPAÑA

«Nosotros no tenemos nada que ver con Vox, es una cosa episódica»

17 may 2014 . Actualizado a las 14:43 h.

Catedrático de Derecho Administrativo en León y escritor, Francisco Sosa Wagner -érase un hombre a una pajarita pegada- lidera la candidatura de UPyD al Parlamento Europeo, donde tiene escaño desde el 2009. A punto de cumplir 68 años, le ha dado por combatir el bipartidismo.

-¿Vio el debate entre Elena Valenciano y Arias Cañete?

-Sí, sí, un rato.

-¿Quién ganó?

-No debería pronunciarme, creo. Me interesó porque estoy metido en este asunto, pero debo decir, la verdad, que fue un debate un poco envarado, rígido.

-¿Son lo mismo PP y PSOE?

-Digamos que tienen unos muy sólidos compromisos comunes en la gestión de la cosa pública.

-¿En qué se diferencian de ellos?

-Por ejemplo, no hemos ejercido nunca el poder, no defendemos la contaminación de las instituciones judiciales por el poder político y combatimos el pantano de corrupción que hay en España.

-¿Y qué es eso que suelen pedir de la regeneración democrática?

-Eso precisamente: que los partidos políticos no pongan las manos más allá del ámbito que les es propio, y reformar la ley electoral para tener una pequeña ventana abierta por donde entre aire nuevo y fresco. Porque los sistemas tienen que ventilarse...

-Su jefa, Rosa Díez, lleva más de 30 años ocupando cargos públicos. Menudo aire fresco...

-Bueno, vale, bien, pero... Es que eso no tiene nada que ver. En un sistema democrático es lógico que una persona se dedique a la vida política de manera profesional. Es una opción.

-En cierto modo, el PP teme a UPyD. ¿Teme UPyD a Vox?

-Nosotros somos una organización política consolidada, con respuesta para todos los asuntos. Vox, cuyo líder es íntimo amigo mío, no tiene hechura de ser un partido. Es una cosa reciente, episódica, nacida al calor de elecciones. No tenemos nada que ver.

-¿España se rompe o qué?

-No, no. España, que es una sociedad viva y rica, no se rompe. Pero el Estado se fragmenta.

-Y eso es malo, claro...

-Desgraciadamente.

-En la Universidad, usted puntuó con un sobresaliente a Zapatero. ¿Ahora cómo lo calificaría?

-Entonces pude juzgarlo porque yo era catedrático y él, un estudiante. Yo sigo siendo catedrático, pero él ya no es alumno, sino un político al que no se puede valorar en términos académicos.

-Venga, una nota para su ex...

-No puedo.

-¿Y al presidente actual? ¿A clases de qué lo mandaría?

-Le falta flexibilidad a la hora de relacionarse con los ciudadanos, y explicarse con humildad. A algo de eso lo mandaría quizás.

-En abril, solo el 17 % de los españoles sabían la fecha de las elecciones. ¿Qué le sugiere?

-Pues que, a pesar de las cuestiones tan relevantes que decidimos allí, el Parlamento Europeo es un gran desconocido en España, una pena. Es fallo de los medios y nuestro propio.

-El CIS pronostica que duplicarán porcentaje de voto y pasarán de uno a tres escaños. ¿Lo firma?

-Por supuesto que no. Las encuestas del CIS no me las creo en absoluto. Apenas sí las sigo.

-¿El objetivo entonces?

-21.

-¿Cómo?

-Sí, pueden ser 21.

-Oiga, ¿qué les pasa a ustedes con los gallegos?

-¿Por qué?

-Bueno, Rosa Díez ha usado el término «gallego» en sentido peyorativo, han pedido al Gobierno que deje a Galicia sin AVE, la cuestión del idioma propio tampoco es que la mimen mucho...

-Yo, desde luego, no tengo nada con los gallegos. Es una región muy importante de España, que contribuye a su PIB y, lo más importante, a su cultura de forma muy determinante.

-Pues aquí, elección tras elección, los votantes les han dado la espalda hasta ahora. ¿Por qué?

-No lo sé. Es muy difícil entrar en los territorios y el sistema electoral lo dificulta aún más.

-Ya. ¿Pintan bastos otra vez?

-No, en estas elecciones vamos a despegar en Galicia, sin duda.