El despilfarro de un Parlamento con tres sedes en tres países

T. N. REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

12 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

las generosas prebendas de los eurodiputados no son el único agujero negro de un Parlamento que, pese a ser la única institución elegida directamente por el pueblo. es apenas conocida por los ciudadanos. Y eso la convierte en blanco fácil de las críticas. Porque, además, en una época de recortes drásticos y dramáticos en el gasto, el funcionamiento de la Eurocámara es especialmente gravoso. Por lo que cobran los parlamentarios y por la burocracia general en forma de asesores, traductores e intérpretes, ya que todos los idiomas de todos los países miembros son oficiales y todos los documentos han de ser traducidos a cada uno de los idiomas. Pero también porque, en la práctica, es un parlamento con tres sedes, lo que multiplica los costes de funcionamiento y traslados.

«Es un disparate en tiempos de crisis tener que desplazar a miles de funcionarios cada mes durante una semana para desempeñar sus funciones en Luxemburgo y Estrasburgo, cuando toda la actividad parlamentaria podría desarrollarse perfectamente en Bruselas y ahorrar millones de euros de gasto superfluo», declaró ayer Maite Pagazaurtundúa, número dos de la candidatura de UPyD. Por esta razón, el partido incluye en su programa electoral la supresión de las tres sedes para concentrarlas en Bruselas. «Es el momento de acabar con los privilegios en la casta de los eurodiputados, de hacer una reconsideración global del gasto y dejar de recortar en derechos esenciales para los ciudadanos europeos», dijo.

Las tres sedes del Europarlamento son fruto de la forma en que nació la Comunidad Europea. Aunque la cumbre de Edimburgo, en 1992, puso fin a treinta años de provisionalidad al establecer Estrasburgo como sede única. Sin embargo, en la práctica no ha cambiado mucho.

Los plenos parlamentarios, con una duración de una semana, se celebran una vez al mes en Estrasburgo. Adicionalmente, se celebran sesiones plenarias más cortas, de uno o dos días, en Bruselas, que acoge también las reuniones de los grupos y de las comisiones. Y por si fuera poco, la secretaría general de la Eurocámara se reúne en Estrasburgo.