Las grandes infraestructuras, las adjudicaciones y sus triquiñuelas

Julio Á. Fariñas REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

06 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Unir Madrid con Barcelona con el tren de alta velocidad supuso una inversión con cargo al erario público de cerca de 8.966 millones de euros, 1.416 millones más de lo presupuestado, lo que porcentualmente ronda el 17 %. Como quiera que el proyecto fue adjudicado por 6.822 millones, si se compara esta cifra con la del coste final, el sobrecoste fue nada menos que de 2.144 millones de euros.

Esas cifras mareantes incluyen las correspondientes al tramo entre la futura estación de la Sagrera y el nudo de la Trinidad. El presupuesto base de licitación, según el BOE, era de 98,6 millones de euros, pero la empresa Corsan-Isolux, adjudicataria de la obra, se comprometió en el 2008 a realizar la obra en 67,9 millones, es decir con una rebaja superior al 31 %, y la concluyó en el 2011. Ayer, tres años más tarde, la Guardia Civil en la llamada operación Yogui, detenía en Madrid y Barcelona a nueve personas relacionadas con la obra en cuestión. Entre los arrestados están varios altos cargos de la empresa pública Adif y de la adjudicataria de la obra.

La investigación iniciada hace un año por la Fiscalía Anticorrupción, tras la denuncia de otro constructor que no resultó afortunado en el concurso, cifra en unos seis millones el dinero público presuntamente malversado a base de apaños y chanchullos entre adjudicadores y adjudicatarios, con dádivas personales como contrapartida para los primeros.

Al partido de Rosa Díez le ha faltado tiempo para pedir en el Congreso que el Gobierno revise otras adjudicaciones y certificaciones emitidas por el gestor de infraestructuras ferroviarias Adif, por si se hubieran producido irregularidades en proyectos diferentes al del AVE Madrid-Barcelona, y también le pide que depure las posibles responsabilidades de sus directivos. Esta investigación podría no ser la única abierta a nivel judicial sobre el buen uso de los dineros públicos en la construcción de unas infraestructuras que en la última década movieron y siguen moviendo cifras similares a las del AVE a Barcelona.