Adolfo Suárez celebró su primer Consejo de Ministros, el de la amnistía, en A Coruña

Fernando Molezún / R. García A CORUÑA / LA VOZ

ESPAÑA

El entonces alcalde, Liaño Flores, recuerda aquel 30 de julio de 1976

25 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La relación de Adolfo Suárez con la ciudad de A Coruña va más allá de los lazos familiares -su padre y sus abuelos están enterrados en el cementerio municipal de San Amaro y sigue siendo recordado el bazar que sus tíos regentaban en la céntrica calle Real, El Capricho- o de su afición al Deportivo, del que era presidente de honor. Su vida política estuvo también marcada desde el principio por la ciudad herculina, hasta el punto de que celebró su primer Consejo de Ministros, aquel recordado como el de la amnistía, en el palacio de María Pita.

«No sé si fue por darle continuidad a la rutina establecida por Franco, que en verano celebraba los Consejos de Ministros en Meirás, o porque el rey se encontraba esos días de recorrido por Galicia y aprovecharon la situación», explica el por entonces alcalde de la ciudad, José Manuel Liaño Flores. «Don Juan Carlos inauguró en aquellos días la avenida del Ejército, la Escuela de Arquitectura y, por poco, no le dio tiempo a inaugurar el embalse de Cecebre. Incluso presidió un consejo económico y social de Galicia en la víspera del de ministros», apunta Liaño. Recuerda las calles de la ciudad llenas de gente agolpada para dar la bienvenida al monarca y al nuevo presidente: «Suárez acababa de ser nombrado presidente el día 3 de julio de 1976, y el Consejo de Ministros tuvo lugar el día 30 de ese mismo mes», señala.

En esa fecha se decretó la amnistía para todos los procesados por los llamados delitos políticos. «También afectó a muchos presos comunes, aunque a ningún terrorista. Corrían tiempos muy delicados con esos temas», apunta Liaño. De la firma de aquella amnistía queda una placa conmemorativa en el palacio municipal y la firma de Suárez y todos sus ministros en el libro de oro del Ayuntamiento coruñés. «Era día de cuestación de la Cruz Roja y al salir del Ayuntamiento se nos acercaron unas chicas con las huchas. Ni el rey ni Suárez llevaban un duro encima, así que hice el donativo por todos, aunque después les dije que me debían mil pesetas», añade Liaño entre risas.

No era la primera vez que el entonces alcalde de A Coruña se encontraba con Suárez: «Lo conocí en 1965, con ocasión de los cursos organizados por el Instituto de la Administración Local en Peñíscola. Allí estaba él, coordinándolos, seleccionando a los ponentes. En aquel entonces no era más que un simple funcionario del ministerio. Pero, eso sí, despertaba ya grandes simpatías allá por donde iba», asegura Liaño Flores.

Doctor «honoris causa»

Volvió a coincidir el exalcalde con Suárez en numerosas ocasiones: «Volvió a visitar A Coruña muchas veces, siempre en sus labores políticas. Le acompañé en su periplo propagandístico cuando era candidato del CDS. Y la última vez que lo vi fue cuando se le nombró doctor honoris causa por la Universidade da Coruña, [1997] para lo que fue propuesto por su compañero de filas José Luis Meilán Gil, entonces rector de la universidad». En esta última ocasión, asegura Liaño, ya no era el Suárez brillante de antaño: «No me atrevería a decir que le fallaba ya la memoria, pero el discurso que dio en la universidad fue correcto, aunque lejos de aquellos magníficos discursos que en su día le caracterizaron», observa Liaño Flores.