De Cospedal se queja de la prolongación de la investigación sobre su marido

R. C. Madrid / Colpisa

ESPAÑA

31 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Dolores de Cospedal considera que la investigación sobre el contrato de su marido con Liberbank lleva ya seis meses, «que ya es tiempo para investigarlo». Una queja ante la que el fiscal general del Estado replicó que la indagación «ya está en la recta final». Eduardo Torres-Dulce explicó que una investigación de este tipo «necesita tiempo», aunque aventuró que no será necesario agotar la prórroga solicitada por otros seis meses.

La secretaria general del PP cree que la Fiscalía de Cantabria ya ha tenido tiempo más que suficiente para esclarecer el caso y despejar las dudas sobre la honorabilidad de Ignacio López del Hierro. De Cospedal aseguró la víspera que tanto ella como su marido siempre cumplen con la ley y se preguntó si por el hecho de ser su pareja «no puede trabajar en nada». Negó que su marido haya cobrado «a cambio de nada» y sostuvo que tiene una larga trayectoria como profesional de «prestigio». Lamentó que los familiares de los políticos se vean condenados a «no trabajar en el sector privado», además de soportar, como en el caso de su marido, «calumnias y difamaciones». «Lo de la familia no va en el cargo», se quejó la número dos de los populares en una entrevista en TVE.

Reproche socialista

El asunto se remonta al 22 de julio pasado, cuando el ministerio público abrió una investigación a raíz de una denuncia del exconsejero de Caja Cantabria Alfonso Díez, quien sostuvo que la empresa de López del Hierro, Hilo Inversiones, cobraba 7.000 euros al mes de esa entidad financiera, absorbida por Liberbank, desde diciembre del 2011, pero que el contrato para justificar esa relación profesional no se firmó hasta abril del 2013, apenas unas semanas antes de que trascendiera a la opinión pública. El denunciante sostenía además que los trabajos eran ficticios.

Las protestas de Cospedal son totalmente injustificadas a ojos de los socialistas, cuya portavoz en el Congreso, Soraya Rodríguez, precisó que nadie niega el derecho al trabajo de López del Hierro. Lo que es reprochable, añadió, es que alguien se sirva «de la prevalencia de su cargo público para colocar a su marido».