La crisis en el PSC por la consulta soberanista se extiende y salpica la reunión

Redacción / La Voz

ESPAÑA

18 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La dirección del PSOE se ha esforzado en aislar el proceso de decisión sobre las primarias de otros acontecimientos políticos. Pero ha sido un intento baldío, ya que el día que todo el partido llevaba meses esperando, el de la fijación del calendario y el procedimiento para elegir a los candidatos electorales, estará inevitablemente contaminado por la polémica deriva independentista en Cataluña. No solo la fecha en la que se vote para designar al candidato a la Moncloa estará condicionada por la inicialmente prevista para la consulta soberanista, sino que el comité federal de hoy deberá abordar la crisis que este proceso ha generado entre los socialistas catalanes.

En los últimos meses, Alfredo Pérez Rubalcaba ha ejercido de bombero intentando apagar las llamas soberanistas que alientan en un sector del PSC. Con su apuesta por una reforma constitucional en un sentido federalista, ha dado argumentos al primer secretario de los socialistas catalanes, Pere Navarro, para conseguir que el partido se desmarcara claramente de la consulta. Aunque de esta manera se han apaciguado las aguas y parece alejarse el temor de una histórica ruptura entre el PSOE y el PSC, el precio pagado ha sido una crisis entre los socialistas catalanes que está cobrando gran fuerza tras la votación del jueves en la que el Parlamento catalán decidió reclamar del Congreso la competencia para convocar la consulta.

Los apoyos se multiplican

En menos de 24 horas se quintuplicó el respaldo al manifiesto del sector catalanista en apoyo de los tres parlamentarios díscolos que desobedecieron a la dirección del partido y votaron a favor de la propuesta de los soberanistas. El documento Llamamiento socialista por el referéndum, que salió a la luz el jueves con 122 firmas superaba a media tarde de ayer las 600 rúbricas. Y no solo eso. Un dirigente histórico como Raimon Obiols, líder del partido entre 1983 y 1996, calificó de «grave error» el voto en contra del PSC, que en su opinión debería haberse abstenido en la votación. Otra figura destacada, Ernst Maragall, hermano del expresidente catalán y exconsejero, apoyó a los díscolos e invitó a quienes les apoyan a crear un nuevo partido de izquierdas en Cataluña.