El PP juzga innecesario abrir una comisión parlamentaria sobre el modelo territorial

paula de las heras MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Rechaza el plan de Rubalcaba para intentar aplacar el debate secesionista

15 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Si del Partido Popular depende, y así es, la idea del PSOE de constituir un grupo de trabajo en el Congreso para debatir sobre el modelo de Estado, en un intento de encauzar la crisis abierta por la amenaza secesionista, tiene todas las papeletas para acabar en naufragio. El partido gubernamental se aviene formalmente a estudiar la propuesta, pero su portavoz, Alfonso Alonso, dejó ayer claro que no lo hace con ningún entusiasmo.

Y es que su posición de partida es más bien contraria a ese diálogo. En una declaración posterior a la junta de portavoces en la que se abordó el asunto, Alonso afirmó incluso que «no existe» una demanda social que justifique que el Parlamento discuta sobre la organización territorial del Estado. «Siempre hemos pensado -dijo- que todo esto respondía más a un problema interno del PSOE con el PSC y no creo que haya razones para traer un problema interno a la cámara».

La respuesta de la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, fue inmediata: «Decir que esto es un problema interno me parece muy miope». La cuestión catalana es una de las grandes preocupaciones de Alfredo Pérez Rubalcaba desde el inicio de la legislatura y uno de los asuntos más discutidos en la ejecutiva del PSOE. No solo por la «discrepancia» que durante meses mantuvo la dirección del partido con la cúpula del PSC sobre el derecho o no de los ciudadanos de Cataluña a ser consultados sobre su voluntad de permanecer en España, sino porque el líder de la oposición está convencido de que las cosas han superado ya un punto de no retorno en el que no hacer nada ha dejado de ser una opción.

El punto de encuentro entre los socialistas catalanes, que ya han evidenciado su descuelgue de la ofensiva pro referendo de CiU, Esquerra, Iniciativa y la CUP, y el resto de las federaciones del partido fue la propuesta de una reforma constitucional de corte federalizante. En la práctica, sin embargo, los socialistas se mueven con cautela. Lo que quieren no es que el Congreso abra una ponencia para modificar la Carta Magna, al menos, no de momento, pero pretenden lanzar el mensaje de que las Cortes no permanecen ajenas a un reto político de primera magnitud.

Sin apoyo de otros grupos

Tampoco los demás grupos mostraron excesiva simpatía hacia el plan de Rubalcaba. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, puso en duda que suponga más que una patada al balón hacia adelante. «Me gustaría que el PSOE se aclare sobre qué es lo que quiere pero lo que no sé es si el propio proponente va a hacer su propuesta», dijo con ironía.

La líder de UPyD, Rosa Díez, también acusó al PSOE de llevar un «problema suyo» al Congreso, pero se mostró partidaria de abrir un proceso constituyente.

«No existe demanda social para abordar el tema», según Alonso