Euforia del Gobierno, mientras la oposición minimiza los resultados

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

15 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El Gobierno y el PP se mostraban ayer exultantes con el resultado de la entrevista de Mariano Rajoy con Barack Obama y de la gira por Estados Unidos. Moncloa concede especial importancia al hecho de que el presidente estadounidense no solo reconociera los esfuerzos que ha realizado España en materia de reducción del déficit, sino que dejara claro que esos avances y la vuelta a los mercados financieros han sido posibles gracias al «gran liderazgo» de Rajoy. Además de generar confianza internacional en la economía española y atraer inversiones extranjeras, el gran objetivo de este viaje era consolidar de cara al exterior la propia figura política del presidente español y despejar cualquier duda sobre la estabilidad de su Gobierno. Algo que se considera conseguido tras esta gira. Rajoy no aspira a mantener con Obama la relación privilegiada que tuvo José María Aznar con George W. Bush, pero da por hecho que a partir de ahora Estados Unidos considera a su Gobierno un aliado políticamente fiable y económicamente estable.

Consciente de la intención de Rajoy de utilizar este encuentro como un aval a sus políticas, la oposición se lanzó ayer a convertir el resultado de esa cita y la advertencia de Obama de que el desempleo sigue siendo el principal reto de España pese a los avances conseguidos, en una muestra del fracaso de la gestión del Gobierno.

Esa referencia, que Rajoy trató de matizar en el mismo despacho oval asegurando que es precisamente ahora, tras la mejora de la situación económica, cuando comienza la fase de la creación de empleo, le sirvió sin embargo al PSOE para frenar el optimismo desbordante del Gobierno con el resultado de la reunión. «No hace falta que Rajoy vaya a la Casa Blanca para que le diga Obama que el mayor problema del país son las altas tasas de desempleo», señaló la portavoz socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez. «Si viniera un poquito más al Congreso lo escucharía, porque desde luego el PSOE se lo lleva diciendo mucho tiempo», añadió.

Pero también la Generalitat le dio al vuelta a la satisfacción del Gobierno por el hecho de que Obama eludiera responder a una pregunta sobre la independencia de Cataluña, dando a entender así, a juicio del Ejecutivo, que se trata de un asunto interno de España. «Debe de ser el tema político interno más internacional que hay en el mundo mundial», ironizó el portavoz del Ejecutivo catalán, Francesc Homs. Aunque eludió comentar en concreto la decisión de Obama de no contestar, acusó al Gobierno de presionar a la comunidad internacional para que se posicione en contra del derecho a decidir de Cataluña. «Pero las respuestas que se dan no son las que les gustaría al Gobierno central», añadió Homs.

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, consideró «un poquito demasiado audaz» utilizar una reunión «normal» para dar por superada la crisis económica, mientras desde UPyD su portavoz, Rosa Díez, criticó el «complejo de inferioridad» que refleja la entrevista de Rajoy con Obama. «Antes iban a Lourdes, ahora van a la Casa Blanca», ironizó.