Rajoy da un portazo a Mas y dice que no hay nada que hablar sobre el referendo

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Atlas TV

El PP recurre el Presupuesto catalán y retrasa al menos un mes su aprobación

18 dic 2013 . Actualizado a las 10:20 h.

«¿Una reunión para qué?» Así despachó ayer Mariano Rajoy la intención del presidente catalán, Artur Mas, de reunirse con él en la Moncloa para tratar de reconducir el conflicto creado con el anuncio de la fecha y las preguntas de un referendo sobre la independencia de Cataluña. Rajoy considera agotada la vía del diálogo con Mas y, sin cerrar la puerta a una futura entrevista, -«ya veré», dijo- dejó claro que no tiene intención de negociar nada relacionado con esa consulta.

En conversación informal con un grupo de periodistas durante un aperitivo ofrecido en la Moncloa con motivo de la Navidad, Rajoy aseguró que él ya ha fijado su posición sobre este asunto. «No sé de qué vamos a hablar», insistió para dejar clara la inutilidad de una nueva cita. Artur Mas anunció en una entrevista su intención de reunirse de forma discreta con Rajoy e incluso negociar las preguntas de la consulta. Pero el Gobierno ha decidido poner fin a las reuniones secretas que ha venido celebrando con dirigentes catalanes y, ante la política de hechos consumados de Mas, apuesta ahora por hacerlas «con luz y taquígrafos».

En el Gobierno ha sentado muy mal que Mas anunciara en TV3 su intención de pedir una reunión con Rajoy en lugar de dirigirse directamente al presidente. Moncloa considera que el objetivo del líder de CiU es escenificar un nuevo desencuentro en Madrid para presentarse después en Cataluña como una víctima de la intransigencia y la incomprensión de Madrid

«A ver a quién le da vértigo»

Ayer, Rajoy recordó que no tiene ninguna posibilidad de autorizar que se celebre un referendo porque se trata de algo que constitucionalmente no puede hacer, a su juicio, ni el Gobierno ni tampoco el Parlamento. Recordó que el derecho de autodeterminación no existe en ninguna constitución, al margen de la de Etiopía, la de la antigua Yugoslavia y la de la Unión Soviética. «Y a ver quién se atrevía a pedirla allí», añadió con ironía.

Preguntado si le produce «vértigo» la posibilidad de que Mas consume su desafío y acabe convocando oficialmente el referendo, respondió que habrá que ver a quién le genera más «vértigo» esa posibilidad.

Rajoy no está dispuesto tampoco a ofrecer a Mas un sistema de financiación diferenciado para Cataluña a cambio de que abandone la idea de la consulta. El Gobierno no descarta mejorar la financiación de Cataluña, pero el jefe del Ejecutivo aseguró ayer que la revisión del modelo actual se hará en el año 2014 y tendrá que ser acordado por «todas las comunidades».

A rebajar la tensión con Cataluña no contribuirá la decisión del PP de recurrir los Presupuestos de la Generalitat para el 2014 por incluir cinco millones de euros para la celebración del referendo, lo que ha supuesto la paralización al menos durante un mes de las cuentas públicas que iban a aprobarse a partir de hoy. El responsable catalán de Economía, Andreu Mas-Colell, acusó a los populares de perjudicar con su decisión la lucha contra el déficit.