La Policía justifica la compra del cañón de agua por la quema de contenedores

EFE

ESPAÑA

Ignacio Cosidó ha justificado la adquisición para acciones puntuales y barricadas en espacios públicos que se registran en algunas manifestaciones violentas

17 dic 2013 . Actualizado a las 22:46 h.

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha asegurado hoy que el cañón de agua que emplearán los agentes como material antidisturbios se podrá usar para hacer frente a la quema de contenedores y barricadas que, de forma puntual, se registran en algunas manifestaciones violentas.

En declaraciones a los periodistas tras presentar dos proyectos para mejorar la colaboración de la Policía con las empresas de seguridad privada en la respuesta ante las alarmas, Cosidó ha destacado que el camión lanza aguas sustituirá a otros cinco vehículos de iguales características que se habían quedado obsoletos.

Para Cosidó, la compra de este vehículo que el Ministerio del Interior ha sacado a concurso con un presupuesto base de licitación de 408.000 euros, es un medio «necesario» y «menos lesivo» que otros materiales antidisturbios. El director de la Policía ha justificado la adquisición de este camión en las acciones puntuales de quema de contenedores y barricadas en espacios públicos que se registran en algunas manifestaciones violentas. «La obligación de la Policía es dotarse de los medios adecuados para hacer frente a estos hechos aunque sea puntual», ha defendido Cosidó quien ha dejado claro que como cualquier otro medio antidisturbios la Policía empleará este vehículo bajo los principios de «proporcionalidad y prudencia».

El Gobierno se lava las manos

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha dicho esta tarde que la compra del cañón de agua es una iniciativa propia de la Policía para «situaciones límite».

En declaraciones a los periodistas en el Senado, el ministro ha advertido de que la adquisición de este vehículo no está pensado para disolver manifestaciones, sino para utilizarse «en situaciones límite» como «en colocación de barricadas» y «quemas de contenedores».

En todo caso, ha recalcado Fernández Díaz, la compra de este material «ha sido una iniciativa de la Policía, desde el punto de vista operativo», como «ha explicado claramente el director general de la Policía».

El fin de este camión es, según el ministro, que la Policía disponga de «medios técnicos» para poder realizar las funciones que tiene encomendadas.

Preguntado sobre si existen ahora tantas «situaciones límite» como para que la Policía se gaste medio millón de euros en la adquisición del camión, el ministro ha afirmado que la Policía «ha de tener los medios que considera necesarios para poder cumplir las misiones que le otorga la ley».

«En estos momentos, según me han dicho, había 5 camiones de esas características, todos obsoletos, y que lo que procedía era en lugar de 5 obsoletos, tener uno operativo», ha explicado.

Métodos represivos propios del franquismo

A los socialistas no les ha gustado nada la idea y, así, su portavoz en el Congreso, Soraya Rodríguez, ha avisado al Gobierno de que sus métodos de «represión» son más propios del franquismo en España o de la dictadura de Pinochet en Chile.

De hecho, a Rodríguez el camión le recuerda a sistemas políticos dictatoriales que «necesitan actuar con métodos represivos» ante el ejercicio legítimo de los ciudadanos de sus derechos de manifestación y expresión.

Para hacer más patente su oposición a este vehículo, el PSOE ha presentado en el Congreso una proposición no ley en la que pide al Gobierno que el medio millón de euros que costará el camión se utilice para mejorar la salud y la seguridad laboral de los agentes.

En respuesta a los socialistas, el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, ha defendido la profesionalidad de las fuerzas de seguridad y ha calificado de ofensivo que el PSOE caiga en la exageración al comparar al Gobierno con la dictadura de Pinochet por la compra del camión.

Una comparación que, según Alonso, es ofensiva para los policías y para «el país en general», por lo que ha pedido que no se llegue a la «ofensa» y se confíe en la Policía y en su profesionalidad para garantizar la «seguridad de todos».