José Luis Meilán Gil: «Se ha roto el espíritu constitucional, ahora domina el interés partidista»

E. C. madrid / la voz

ESPAÑA

Melián aboga por volver al modelo territorial original.
Melián aboga por volver al modelo territorial original. Vítor Mejuto< / span>

08 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

José Luis Meilán jugó un destacado papel en los debates sobre la Constitución en representación de UCD.

-¿Cuáles son los mayores aciertos y errores de la Constitución?

-Aciertos son el reconocimiento de los derechos fundamentales que vinculan a todos los poderes públicos, una satisfacción también personal porque los introduje por primera vez en el ordenamiento español en la ley para la reforma política. La institución de la Corona en la persona de don Juan Carlos, que resolvió el problema de la forma política del Estado. El consenso, sin continuidad, ni retroceso ni ruptura y con la flexibilidad que ha hecho posible la alternancia política. El carácter abierto de la Constitución respondía a una reestructuración del Estado que superase el centralismo y no incurriese en una uniformidad impuesta e irreal; no fue ni un error ni  una inconsciencia de los constituyentes. Quizá sea discutible introducir en la Constitución el sistema electoral.>

-¿Se ha roto el espíritu constitucional?

-Obviamente. Ahora domina el interés partidista con la mira en rendimientos electorales. Para el PP, lo prioritario es la crisis. El PSOE tiene un problema interno con el PSC y en una huida adelante se ha lanzado a un indefinido Estado federal. Manejan tiempos distintos.

-¿Hay que reformarla?

-Ahora, no. La Constitución es reformable. El artículo 135 lo fue de forma fulminante. Era lo urgente por la falta de credibilidad que tenía el Gobierno ante la UE. Algunas de las reformas planteadas supondrían la disolución de las Cortes, y no está la situación  para esas aventuras.

-¿En qué puntos debería reformarse en el futuro?

-Es cierto que el Senado no responde a su definición de cámara de representación territorial. En un momento de las deliberaciones, el vicepresidente Fernando Abril me dijo que sería una cámara de segunda lectura. Me temo que pudo ser para favorecer a las minorías vasca y catalana. Pero puede avanzarse en la dirección territorial. Sin reformar la Constitución podrían llevarse a cabo otras iniciativas, por ejemplo la reforma de  la ley electoral, que ha contribuido al descrédito de los partidos. Podría explorarse la solución a la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión.

-¿Da respuesta la Constitución al problema territorial?

-Vengo sosteniendo que el diseño constitucional daba respuesta a los problemas planteados, se instauraban de modo general las autonomías superando el centralismo. Se reconocía la singularidad de Cataluña, País Vasco y Galicia tomando como referencia la aprobación de estatutos bajo la Constitución de 1931, pero no se presentaba como un privilegio, porque se establecía una vía para que cualquier otra parte del territorio accediese a la misma consideración. Solo estas tendrían asamblea legislativa. La generalización de esta se hizo vulnerando los artículos 152, 150,2 y 148,2 de la Constitución; y el Constitucional ha contribuido a complicar la distribución de competencias entre Estado y comunidades autónomas. Bajo el nombre de estas existen realidades políticas diferentes. Lo primero sería volver a la Constitución, cuyo artículo 150.1, nunca aplicado, puede atribuir a comunidades la facultad de dictar leyes.