La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, llevó ayer al comité ejecutivo del PP la polémica por la rápida aplicación de la anulación de la doctrina Parot, que ha permitido la excarcelación de numerosos presos de ETA y violadores. Aguirre tomó la palabra durante la reunión para preguntar por qué no se ha cesado al juez Luis López Guerra, representante español en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, en donde se pronunció a favor de la anulación de la legislación española. El encargado de responder a Aguirre fue su viejo enemigo político y actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que le recordó que el nombramiento de López Guerra corresponde al Consejo de Europa y que su mandato de nueve años es inamovible, a pesar de que la propuesta con su nombre partió del anterior Gobierno socialista.
Rajoy eludió entrar en polémica con Esperanza Aguirre. En su intervención previa al debate, ya había hecho alusión a la doctrina Parot expresando su «disgusto» con la sentencia del Tribunal de Estrasburgo.
Rajoy pide «calma» al PP andaluz
Un día después de que el PSOE andaluz clausurara el congreso que ha entronizado a Susana Díaz, Rajoy rebajó las expectativas sobre un rápido relevo en el PP de esa comunidad. Aunque se daba por hecho, y así se ha publicado, que el número dos de la organización regional, José Luis Sanz, sustituiría pronto a Juan Ignacio Zoido al frente del partido, el líder del PP advirtió de que «todo lo que se está publicando sobre el PP de Andalucía no es cierto, ni en los plazos que se hablan, ni en el calendario que se dice, ni en las personas que se mencionan»». Rajoy advirtió de que no se siente presionado por las prisas de algunos dirigentes populares andaluces y pidió expresamente «calma» a Zoido para que se respete el calendario que ha fijado el partido. Agradeció no obstante al alcalde sevillano que asumiera la presidencia de los populares andaluces en «momentos muy difíciles».