El extesorero popular no aludió en su defensa al partido ni a la contabilidad B ni a Luis Bárcenas
24 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El PP guardó silencio un día después de conocerse el auto en el que el juez Pablo Ruz apreció indicios de que el partido gubernamental tuvo una contabilidad B durante mucho tiempo. Un mutismo que contrastó con el chaparrón de peticiones de PSOE e IU para que Mariano Rajoy comparezca en el Congreso a dar explicaciones sobre esas cuentas paralelas que el presidente del Gobierno siempre negó.
El silencio popular solo lo rompió el vicesecretario de Programas del partido, Esteban González-Pons, quien sostuvo que los dirigentes de su formación «son tan honrados como todos». El PP, prosiguió en una convención de Nuevas Generaciones de Valencia, es «un partido tan honrado como todos», con una salvedad, es «el único que puede sacar a España de la crisis». Para el vicesecretario popular, lo que Rajoy ha hecho desde el Gobierno «es espectacular». Todo ello sin mencionar en ningún momento la contabilidad B ni a Luis Bárcenas.
El extesorero popular, precisamente, será protagonista mañana de un nuevo episodio judicial con dirigentes de su anterior partido
En el juzgado número 83 de Madrid se celebrará el juicio por la demanda contra el extesorero presentada por los exsecretarios generales Ángel Acebes y Javier Arenas, Rodrigo Rato y Jaime Mayor Oreja, por vulneración de su derecho al honor. Los cuatro aparecen como perceptores de sobresueldos en los papeles de Bárcenas.
Un juicio que preocupa en el PP porque teme una reedición del cara a cara que mantuvieron en la Audiencia de Toledo Bárcenas y Dolores de Cospedal, en el que la secretaria general de los populares tuvo que escuchar de boca del extesorero que «su mano» le entregó dos sobres con 7.500 euros en billetes de 500 como remuneración en negro. Para evitar un trago similar, los abogados del PP han presentado un escrito en el juzgado para pedir que no se interrogue al demandado. Una petición muy poco usual que puede llevar al juez a suspender la vista.