El barómetro del CIS otorga un expectativa de voto del 34 % a los populares y un 26,8 % al PSOE, su peor dato en la oposición
07 nov 2013 . Actualizado a las 00:33 h.El PP logró en octubre ampliar su ventaja sobre el PSOE hasta los 7,2 puntos tras subir hasta un 34 por ciento de estimación de voto mientras los socialistas registraban una nueva caída y marcaban su peor dato en la oposición (26,8 por ciento), según se desprende del último Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) con intención de voto. El BNG sube hasta el 1,1% de estimación de voto, en la encuesta de julio estaba en el 0,7%, y se acerca a partidos como el PNV o Amaiur , ambas formaciones con un 1,2%.
El sondeo se basa en un total de 2.485 entrevistas personales y domiciliarias realizadas entre el 1 y el 9 de octubre en 241 municipios de 50 provincias y tiene un margen de error de más/menos dos por ciento. En concreto, el CIS otorga al PP en octubre una estimación de voto del 34 por ciento, ganando dos puntos respecto a la anterior encuesta (julio) pero todavía 10 puntos por debajo de la mayoría absoluta que logró en las elecciones generales de 2011. El PSOE, por su parte, se quedó en un 26,8 por ciento, su peor dato en la oposición y cuatro décimas menos que en julio, la encuesta anterior. Es decir, casi dos años después de las generales, donde cosecharon su menor cuota de escaños, los socialistas no sólo no se han recuperado, sino que están dos puntos por debajo de su resultado electoral. La distancia entre ambos, por tanto, se amplía 2,1 puntos y queda situada en los 7,2 puntos, similar a la que el CIS registraba un año antes. En todo caso, es la mitad de la ventaja que el PP consiguió en las generales de 2011.
¿Cocina o voto oculto?
Hasta ahí la estimación de voto que otorga el CIS en función de las respuestas al conjunto de la encuesta, porque al preguntar expresamente a los entrevistados a qué partido votarían mañana, lo que se conoce como voto directo, el PSOE queda por encima con un 13 por ciento de apoyos frente a un 11,4 por ciento del PP. Eso sí, hay un tercio que no se pronuncia (no sabe o no contesta) y un 22 por ciento que dice tener intención de abstenerse. Al sumar las simpatías de quienes no se pronuncian expresamente sobre el sentido de su voto, los socialistas también son el primer partido, con un 18,9 por ciento frente a un 15,5 por ciento del PP. El vuelco de estos datos hasta llegar a un aumento de la estimación de voto del PP y una caída del PSOE, se produce por lo que unos tachan de cocina del CIS y otros atribuyen a voto oculto del partido del Gobierno.
En tercer lugar queda Izquierda Unida, que se mantiene en sus cifras de récord con un 11,3 por ciento, dos décimas menos que su máximo de julio pero, en cualquier caso, cuatro puntos por encima de sus resultados de las generales de 2011. La cuarta plaza sigue en poder de UPyD, a la que se otorga en octubre una estimación de voto del 7,7 por ciento, mejor que en las generales pero un punto por debajo de su techo de julio (8,8 por ciento).
Rosa Díez repite en cabeza y Wert en la cola
Como en todas las encuestas de lo que va de legislatura, Rosa Díez sigue siendo la líder política mejor valorada, con una nota media de 4,28 puntos, y seguida de Uxue Barkos (Geroa Bai) y Cayo Lara (IU), con 3,96 y 3,81 puntos, respectivamente. Los líderes de los partidos mayoritarios figuran más abajo, con 3,13 para el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba y 2,42 para el presidente Mariano Rajoy. Es más, un 87,8 por ciento de los ciudadanos asegura desconfiar del líder del PP y un 92,1 no confía en el del PSOE. Y siete de cada diez encuestados descalifican tanto la labor del Gobierno del PP como la oposición del PSOE. En cuanto a los ministros, ninguno se aproxima siquiera al 4 y el mejor valorado es el titular de Agricultura, Miguel Arias Cañete, con 3,05 puntos, por delante de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y del ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, con 2,88 y 2,85 puntos, respectivamente.
En la cola repite el titular de Educación, José Ignacio Wert, como el ministro peor valorado, con una calificación media de 1,46 puntos, acompañado de la ministra de Sanidad, Ana Mato, y del de Hacienda, Cristóbal Montoro, con unas notas respectivas de 1,99 y 2,09 puntos.