Rubalcaba frena el acoso a Rajoy por el escándalo Bárcenas

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Susana Díaz se desmarca de Ferraz y ofrece al PP un pacto anticorrupción

10 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Alfredo Pérez Rubalcaba cambió ayer la estrategia de acoso al presidente del Gobierno por el caso Bárcenas que venía practicando en las últimas sesiones de control. Al día siguiente de que el PSOE presentara en el Congreso una moción en la que se acusaba a Rajoy de no rendir cuentas sobre este escándalo, el líder del PSOE orilló el caso del extesorero del PP para centrar su pregunta a Mariano Rajoy en dos asuntos muy concretos de la política social del Gobierno: la retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes y el copago de los fármacos para los enfermos crónicos en los hospitales.

«No añada más sufrimiento al sufrimiento de los españoles», le dijo Rubalcaba al jefe del Ejecutivo para pedirle que, al menos, retirara esas dos medidas. Pero si Rubalcaba modificó su guion, Rajoy decidió no alterar el suyo lo más mínimo. Sin hacer siquiera referencia a la petición expresa del líder del PSOE, se limitó a repetir su tradicional repaso a la herencia recibida del anterior Gobierno para contraponerla al momento actual en el que, según dijo, «España ha iniciado el camino de la recuperación».

El presidente del Gobierno está convencido de haber pasado lo peor en torno al caso Bárcenas y de que el PSOE se ha quedado sin munición ante la falta de novedades judiciales o periodísticas sobre el asunto. Y demostró encontrarse mucho más cómodo en el debate sobre los recortes al que le invitó Rubalcaba. «Nuestra política no ofrece resultados milagrosos, pero hay datos positivos, aunque todavía queda mucho por hacer», aseguró ayer Rajoy.

El líder socialista cargó las tintas en la réplica. No solo acusó al jefe del Ejecutivo de recortar derechos sociales y dañar la calidad de vida de los españoles, sino que aseguró que algunas de las medidas tomadas tienen tintes «crueles y xenófobos». «Retire las dos medidas: la retirada de la asistencia sanitaria y el cobro de los fármacos hospitalarios. No añada más sufrimiento al sufrimiento de muchos enfermos crónicos en España», concluyó.

Pero Rajoy, impertérrito, ni se refirió a esas dos cuestiones. Recordó las cifras de paro con el anterior Gobierno, la bajada de sueldo a los funcionarios y la congelación de pensiones. «Vamos a mejor, no estamos satisfechos pero estamos iniciando el camino de la recuperación económica, que es lo que quieren todos los españoles», respondió en el turno final.

Un pacto «liderado» por Rajoy

El cambio de estrategia de Rubalcaba y la aparente tregua en torno al caso Bárcenas vinieron a coincidir con el desplante interno sufrido por el líder del PSOE a manos de la presidenta andaluza, Susana Díaz. Tras reunirse con él en Madrid, la nueva líder de los socialistas andaluces marcó distancias con el secretario general y anunció que hoy mismo propondrá a Mariano Rajoy, con el que se verá en la Moncloa, que «lidere» un pacto contra la corrupción. La propuesta llega en un momento en el que Rubalcaba ha roto todas las relaciones con Rajoy precisamente por considerar que no hace nada para luchar contra la corrupción en su propio partido. «La política tiene que salir de una vez de la trinchera para luchar contra la corrupción y en favor de la transparencia», señaló Díaz, orillando el hecho de que el PSOE ha votado en el Congreso en contra de la ley de transparencia, tras romper el consenso que existía, en protesta por la falta de explicaciones de Rajoy sobre el caso Bárcenas.

Preguntado por esa contradicción, Rubalcaba instó a «distinguir muy claramente el ámbito partidario del institucional». Alabó la «responsabilidad institucional» de Susana Díaz, pero aclaró que «en el ámbito partidario» la oposición la decide él.