Los populares rechazon las acusaciones, y CiU y PNV se abstuvieron al considerarlas una reprobación encubierta
09 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El PSOE e Izquierda Unida consiguieron al final que el Congreso debatiera sendas mociones en las que, con subterfugios, se acusa al presidente del Gobierno de mentir al Parlamento en relación con el caso Bárcenas. Pero, como era previsible, ambas fueron rechazadas por el PP, que las consideró un intento de dictar una «sentencia condenatoria sin pruebas» contra Mariano Rajoy. Las mociones de IU y los socialistas tuvieron un apoyo mínimo -el de sus grupos, UPyD y los minoritarios del Mixto, menos UPN-, pero no consiguieron el respaldo de los nacionalistas del PNV y de CiU, que argumentaron que se buscaba una reprobación encubierta del jefe del Ejecutivo. No obstante, admitieron que tenían sospechas fundadas de que el presidente no dijo toda la verdad el 1 de agosto, pero que, además de no ser partidarios de las reprobaciones, preferían esperar a que la investigación judicial lo confirmase antes de reclamar dimisiones en el PP. Por este motivo, se abstuvieron en los puntos de ambas mociones que exigían la renuncia de Rajoy, pero apoyaron los que pedían dureza para quienes no dijesen la verdad en la cámara y medidas contra la corrupción.
Primero se debatió la moción de Izquierda Unida, en la que se pedía al Congreso que dejara constancia de que el presidente del Gobierno no puede «faltar a la verdad» en sede parlamentaria. Asimismo, se reclamaba la creación de una comisión de investigación de la financiación de los partidos. José Luis Centella, portavoz de IU en el debate, señaló que Rajoy había dicho en la cámara que Bárcenas había roto la vinculación con el PP tres años antes cuando lo cierto es que siguió cobrando «la nómina más alta» del partido hasta el pasado enero. «En mi tierra eso se llama mentir», concluyó Centella.
En la defensa de su moción, que se debatió a continuación, la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, advirtió a los populares de que por mucho que se empeñen en evitar el asunto, el caso Bárcenas y la sombra de la corrupción acompañarán al presidente del Gobierno «allí donde vaya», ya que en cada comparecencia que hace en el extranjero salen siempre a relucir lo que, según los socialistas, son las mentiras de Rajoy en el Parlamento. Rodríguez acusó al jefe del Ejecutivo de haber perdido la «vergüenza» y de eludir cualquier responsabilidad, tanto en el caso Bárcenas como en cualquier otro.
El PP defendió la honorabilidad de Rajoy, a quien definió como «justo e íntegro», rechazó cualquier financiación ilegal, redujo todas las acusaciones de la oposición a «un mero juicio paralelo», a «un intento de enfangar la política», y a una simple estrategia de desgaste al Ejecutivo. Y lo hizo recordando al PSOE el caso de los ERE.