El PSC intenta que el PSOE le ayude a apuntalar la tercera vía

P. H. Madrid / Colpisa

ESPAÑA

06 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los socialistas se mueven entre el pesimismo provocado por el miedo a una ola de sentimiento identitario tan potente que parece imposible de encauzar y la convicción de que «algo se mueve». Lo dicen en las más altas esferas del PSC: «No es nada fácil, pero estamos intentando abrir un espacio en el que tenga cabida una opción distinta a la de la ruptura o el inmovilismo». El secretario general del PSC, Pere Navarro, empezó la semana pasada una ronda de contactos con la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y con el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, para tratar de hacer hueco a esa tercera vía que pasaría por una reforma constitucional que haga explícitas las singularidades de Cataluña. Ahora, quiere que el PSOE empuje a su lado.

En los últimos días, siente que ha ganado alguna batalla. El paso dado por Duran, cada vez más distanciado del independentismo de Artur Mas y Convergencia, y el hecho de que Sánchez Camacho haya planteado a la Moncloa varias propuestas para construir una alternativa al proceso soberanista sin tocar la Constitución, crea, a juicio del PSC, un caldo de cultivo que no existía. Ahora, mientras intenta tejer una red transversal, en la que podrían sentirse cómodos Unió, Iniciativa, y al menos algunos populares, espera refuerzos desde fuera. «Un desembarco de dirigentes socialistas para explicar la propuesta de reforma de la Constitución podría ser beneficioso», señalan en la cúpula del PSC. Sería la segunda fase de algo que puede ser una pica en Flandes: que el PSOE haya asumido una España federal.